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Pujol se fija como objetivo 63 diputados, tres más de los que tiene ahora, en las autonómicas Molins pide que se vote a CiU para evitar el "enfrentamiento institucional"

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, cifró ayer en 63 o 64 el número mínimo de diputados que CiU necesita obtener en las próximas elecciones autonómicas para poder llevar adelante su proyecto político, frente a los 60 que tiene actualmente. Jordi Pujol explicó en Balaguer que intentarán conseguir "la mayoría absoluta y si no, como mínimo, tener 63 o 64". El presidente de la Generalitat equiparó la importancia las elecciones municipales a la de las europeas o las legislativas, y afirmó que CiU necesita lograr siempre un buen resultado.

Ayer Pujol se paseó por las comarcas de Lleida haciendo doblete, en su papel de presidente de la Generalitat por la mañana y de Convergència por la tarde, en Balaguer y Cervera. En los dos mítines, Pujol repitió su discurso habitual y pidió el voto para CiU en las cuatro elecciones que se celebrarán hasta el mes de marzo del 2000, un bloque electoral compacto, según las palabras del presidente, en el que los nacionalistas tienen que demostrar que siguen "siendo fuertes". A pesar de sus palabras en positivo, Pujol no ahorró algún que otro ataque al Partido Popular y al Partit dels Socialistes. Al PSC, en concreto al de Reus y Tarragona, le recordó su oposición al trasvase del Ebro hacia el norte de la provincia de Tarragona. Al PP le echó en cara que hubiera impulsado el pacto de Estado contra el transfuguismo y que ahora tenga en las listas de Tortosa a un ex militante de Convergència, Ramón Cardús, ex presidente del Consejo Comarcal del Baix Ebre. Por otra parte, el candidato de CiU en Barcelona, Joaquim Molins, acusó ayer al alcalde, el socialista Joan Clos, de no escuchar las peticiones de los vecinos y de marginar a los dirigentes vecinales que no son próximos al PSC. En un acto celebrado en Nou Barris ante unas 500 personas, Molins afirmó que "no puede ser que a gente que lleva años trabajando por la ciudad se les rechace su colaboración simplemente porque no llevan en la boca el carné del partido". Como ejemplo de estas imputaciones, el candidato de CiU afirmó que se ha impedido a la asociación de vecinos del barrio de Gobernador llevar la gerencia de un equipamiento deportivo porque su presidente, Josep Maria Carrasco, es "crítico con el Ayuntamiento". Del mismo modo, Molins advirtió al actual equipo de gobierno de que es "insensato" intentar enfrentar al Ayuntamiento con el Gobierno de la Generalitat y se quejó que desde el equipo de gobierno "sólo saben insultar". Según el candidato convergente, la la Generalitat invierte en la ciudad de Barcelona el doble que el propio Ayuntamiento. Molins también pidió a los votantes de CiU en las autonómicas que le den su apoyo, para evitar la actual situación de "enfrentamiento institucional".

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