¡Paremos la guerra!

La otra noche estuve hablando por teléfono con una amiga de Belgrado. Mi amiga es una activista de la paz, de Mujeres de Negro, que ha trabajado duramente contra todas las guerras de la ex Yugoslavia, que ha apoyado con todas sus fuerzas la resistencia civil no violenta de Kosovo, con la ilusión de evitar una nueva guerra, y que ha denunciado a Milosevic en los más diversos foros de este planeta. Cuando hablábamos, a través de la línea telefónica, oí una explosión, rotura de cristales, silencio... Con el bombardeo dañaron la casa donde estaba mi amiga.Me había contado cómo cada día, tras los b...

La otra noche estuve hablando por teléfono con una amiga de Belgrado. Mi amiga es una activista de la paz, de Mujeres de Negro, que ha trabajado duramente contra todas las guerras de la ex Yugoslavia, que ha apoyado con todas sus fuerzas la resistencia civil no violenta de Kosovo, con la ilusión de evitar una nueva guerra, y que ha denunciado a Milosevic en los más diversos foros de este planeta. Cuando hablábamos, a través de la línea telefónica, oí una explosión, rotura de cristales, silencio... Con el bombardeo dañaron la casa donde estaba mi amiga.Me había contado cómo cada día, tras los bombardeos, queda menos país, y que cuando cesen los bombardeos no van a tener de qué vivir, y para comer necesitarán ayuda humanitaria. Con los cortes de luz su vida es de mera supervivencia. Ahora sólo pueden pensar en la luz y en el agua. Dice que sus amigas y amigos están cada vez más deprimidos.

Oyendo las explosiones, a este lado de la línea yo pensaba: ese ataque, ¿lo habrá hecho alguno de los aviones españoles? Lloro con mi amiga y le pido perdón.

Por favor, ¡que nadie diga que los bombardeos tienen carácter humanitario y que sus efectos son daños colaterales!

¡Paremos la guerra!-