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La economía se desaceleró hasta el 3,5% en el primer trimestre, según el Banco de España

La economía española pierde fuerza al registrar una tasa de crecimiento del 3,5% en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 1998, según estimaciones del Banco de España. Esto supone una décima menos que en el trimestre anterior y cuatro por debajo del nivel con que arrancó el pasado año. Mientras el consumo (3,5% de crecimiento) y la inversión (9%) se mantienen a buen ritmo, el sector exterior ha restado más de 1,4 puntos al crecimiento en el primer trimestre. El Banco de España alerta sobre el riesgo de que la competitividad de la economía se deteriore por "el rebrote de los precios", y pide mayor control del gasto público y medidas para flexibilizar los mercados.

España mantiene un alto ritmo de crecimiento en comparación con los demás países del euro, pero sigue una tendencia a la desaceleración común a todos ellos. Ésta es la principal conclusión del Boletín Económico del Banco de España publicado ayer, que sitúa en el 3,5% el crecimiento económico español en el primer trimestre del año respecto del mismo periodo de 1998.Esta tasa es inferior al 3,6% con que acabó el pasado año y al 3,9% del primer trimestre de 1998. La media del pasado año fue del 3,8% para la economía española, mientras que para el conjunto de los países del euro fue del 2,9%. En España, el crecimiento fue el más alto en nueve años, y para toda la zona fue el máximo en siete años.

La tendencia es a la baja, y el motivo es la crisis de los mercados financieros internacionales que desde mediados del pasado año atenaza el comercio mundial. El Banco de España estima que, si bien han mejorado las expectativas de la economía internacional, para la zona euro persisten como elementos negativos la crisis en Brasil, Argentina y Japón, y el encarecimiento de los precios del petróleo.

Todo esto hace que el sector exterior sea un lastre para las economías de la zona euro y la causa última de que este año no se repitan los buenos resultados del anterior. El Banco de España estima que la aportación negativa del sector exterior al crecimiento español supera ahora los 1,4 puntos del pasado año. Para la zona euro, los datos hasta finales de 1998 indican que el superávit comercial fue del 1,4% del PIB, inferior en un 7% al de 1998.

No obstante, el Banco de España estima que la ganancia de competitividad acumulada por el euro desde principios de año, junto a la mejoría de las condiciones externas del área, podría contribuir en los próximos meses a recuperar la aportación del sector exterior a la economía.

El Banco de España subraya que el euro se ha debilitado frente a las principales monedas. En particular, frente al dólar, que se ha fortalecido por la buena marcha de la economía estadounidense y la crisis de los Balcanes.

Pérdida de competitividad

En relación con las divisas de los principales socios comerciales de los países de la Unión Económica y Monetaria, el euro se ha depreciado un 5% desde enero hasta mediados de abril pasado, lo que ha supuesto una ganancia de competitividad del 6%. Respecto del dólar, el euro se ha depreciado hasta ayer un 11%.No obstante, el último dato de precios en el conjunto de la zona euro muestra un cierto rebrote (hasta el 1% en marzo pasado), lo que enciende una primera señal de alarma. Esto ha sido consecuencia del encarecimiento del precio del petróleo, más de un 40% desde finales de febrero.

En España, el crecimiento económico es superior al del conjunto de la zona, pero también lo es la inflación. En marzo, el diferencial de precios aumentó hasta 1,1 puntos, lo que indica que España, a diferencia de los demás países del euro, tiene ante sí un riesgo de pérdida de competitividad.

Así lo resalta el Banco de España al señalar que "el mantenimiento de un ritmo de crecimiento superior al de los países de nuestro entorno, bajo condiciones monetarias comunes, requiere evitar que el rebrote de los precios se traduzca en un deterioro de la competitividad".

Por ello, añade, "es imprescindible extremar el control de los costes interiores y del gasto de las administraciones públicas, a la vez que se aumenta el grado de flexibilidad de los mercados de bienes, servicios y factores productivos". Respecto a las últimas medidas del Gobierno contra la inflación, el Banco de España simplemente ni las menciona.

En cuanto al gasto público, el Banco de España, como ha advertido en reiteradas ocasiones el Banco Central Europeo (BCE), resalta que los avances conseguidos el pasado año responden al ciclo económico y los bajos tipos de interés. Si la situación cambia, no está garantizado el cumplimiento de los objetivos del Plan de Estabilidad en los Once.

El problema de la inflación se deriva, además, de una demanda interna que, a diferencia de la externa, se mantiene fuerte en España y en todos los países del euro. El Banco de España estima que el consumo privado ha crecido en nuestro país un 3,5% en el primer trimestre (3,7% en el periodo anterior), y la inversión, un 9% (9,4% anterior). Para la zona euro, los últimos datos son del último trimestre de 1998, con crecimientos del 3,4% para el consumo y del 3,5% para la inversión.

El aumento del consumo español se ha sustentado en un aumento de la renta disponible de las familias similar a la del año anterior. La tasa de ahorro se ha estabilizado debido al fuerte aumento de la inversión en vivienda, gracias al descenso de los tipos de interés.

Tanto la creación de empleo como la remuneración de los asalariados se han desacelerado en España. Aquí hay otro diferencial importante con respecto a los países del euro. En desempleo, la tasa de paro española fue del 18,2% a finales del pasado año en España y del 10,6% en la media de la zona euro. Los costes laborales unitarios son dos puntos superiores a la media.

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