El público desborda todas las previsiones

El exceso de público -se calcula que ya fueron más de 200.000 personas las que presenciaron el domingo las verificaciones en Lloret de Mar- desbordó todas las previsiones y puso en un serio aprieto ayer a los organizadores del Rally Catalunya, el Real Automóvil Club de Cataluña. El primer tramo cronometrado, el de Els Àngels, que constaba de 15,6 kilómetros, se anuló por el peligro que comportaba la avalancha de espectadores que se dieron cita para presenciarlo. Muchos de ellos no pudieron encontrar sitio en las posiciones recomendadas por los organizadores.

La presencia de esos mi...

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El exceso de público -se calcula que ya fueron más de 200.000 personas las que presenciaron el domingo las verificaciones en Lloret de Mar- desbordó todas las previsiones y puso en un serio aprieto ayer a los organizadores del Rally Catalunya, el Real Automóvil Club de Cataluña. El primer tramo cronometrado, el de Els Àngels, que constaba de 15,6 kilómetros, se anuló por el peligro que comportaba la avalancha de espectadores que se dieron cita para presenciarlo. Muchos de ellos no pudieron encontrar sitio en las posiciones recomendadas por los organizadores.

La presencia de esos miles de personas en la zona por la que debían pasar los pilotos llevó a un observador de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) a recomendar la anulación del tramo por razones de seguridad. Y así lo hizo la organización.

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El finlandés Tommi Makinen, tricampeón del mundo y actual líder del Mundial, fue el único que completó ese primer tramo, pero su tiempo fue anulado y ya no salieron los pilotos que debían hacerlo a continuación.

El rally perturbó el tráfico en todas las poblaciones que atravesó. Turismos que circulaban apaciblemente por las vías próximas al parque de asistencia técnica, situado en la explanada del pabellón de Fontajau de Girona, se vieron sorprendidos por las estruendosas máquinas que recorrían tramos de enlace a gran velocidad y que, en muchas ocasiones haciendo caso omiso de las señales de tráfico, les pedían paso con métodos nada ortodoxos. Las luces o el prepotente rugir de las máquinas acababan obligando a muchos conductores a arrinconarse en la cuneta para dejarles paso. Diversos conductores aseguraron ayer que vehículos del rally les adelantaron rebasando los límites de velocidad, pisando líneas continuas y saltándose semáforos y señales de stop. A esta actitud se añadió la de muchos aficionados que improvisaron su propio rally en un intento de emular a los bólidos en estos desplazamientos. La policía local de Girona admitió ayer haber recibido quejas verbales sobre la conducción temeraria de algunos pilotos en la zona de Els Àngels, aunque ninguna de ellas acabó en una denuncia formal. Las mismas fuentes recordaron que en los tramos intermedios los pilotos están sometidos a todas y cada una de las reglas del código de circulación y deben ser multados si no las respetan.

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