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GUERRA EN YUGOSLAVIA Los bombardeos

Milosevic se niega a recibir al presidente de Chipre para discutir la entrega de prisioneros

ENVIADO ESPECIAL, La llegada a Belgrado del presidente en funciones grecochipriota, Spiros Kiprianu, no ha sido publicitada por la televisión serbia, como ha hecho cuando han llegado a la ciudad diplomáticos rusos o del Vaticano. Kiprianu trata de mediar en la liberación de los tres soldados estadounidenses capturados la pasada semana por tropas yugoslavas, pero ayer sólo pudo entrevistarse con políticos de segunda fila y espera poder encontrarse hoy con el presidente Slobodan Milosevic. También ayer, Milosevic declaró que en Kosovo "reina la paz" y que las operaciones "antiterroristas" han finalizado.

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Kiprianu declaró al llegar ayer a Belgrado que espera que su gestión sea "fructífera y constructiva". Esperanzas que se basan en un mensaje que Milosevic hizo llegar a Nicosia en el que informó "de su disposición a liberar a los tres prisioneros", dijo Kiprianu. La televisión serbia RTS apenas mencionó la visita del chipriota y no dijo ni palabra sobre el objeto de su visita a Belgrado. Sin embargo, la esperanza es que Milosevic culmine sus gestos de blandura de los últimos días con la liberación de los tres soldados presos. No obstante, el viceprimer ministro de Serbia, el ultranacionalista Vojislav Seselj, echó ayer un jarro de agua fría al declarar: "No saldrán libres bajo ningún concepto". Seselj explicó que "Estados Unidos está en una guerra no declarada contra Yugoslavia" y que, por lo tanto, los tres soldados son "terroristas y no prisioneros de guerra".

Todo en paz

Milosevic no recibió ayer al presidente grecochipriota, pero sí lanzó su versión particular de la guerra contra el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK). El Ejército de Yugoslavia cree haber conseguido sus últimos objetivos militares y da por terminado el conflicto con la frase lapidaria: "En Kosovo reina la paz". Con esta declaración, que pone fin a las "acciones antiterroristas", Milosevic abre una puerta para una salida airosa y para poder retirar a sus tropas de Kosovo, porque, ya "reina la paz".No obstante, el texto completo de la declaración gubernamental, que leyó ayer la televisión oficial de Serbia (RTS), no dice que esto vaya a ocurrir y deja abiertas a Milosevic todas las opciones. Insiste el comunicado en la importancia del encuentro entre Milosevic y el líder moderado albanokosovar, Ibrahim Rugova, de estos días, que "deja abierto el proceso de regreso de los refugiados, albaneses en su mayoría". El presidente yugoslavo lanza así un mensaje a la OTAN. Cese de la "ofensiva antiterrorista" y "regreso de los kosovares refugiados" serían los prerequisitos mínimos exigidos por la OTAN para un alto el fuego.

Todo parece indicar que las dos semanas de bombardeos han ablandado algo a Milosevic, aunque el hombre fuerte de Belgrado puede sentirse satisfecho, tras haber barrido al enemigo, el ELK, y de paso haber convertido a los kosovares en un pueblo de nómadas en Europa. La declaración gubernamental de ayer aprovecha la ocasión para leerle la cartilla a los medios de comunicación internacionales que, según Belgrado, "siguen creando las imágenes de una falsa catástrofe humanitaria".

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Añade la declaración de Belgrado: "Justo ahora, cuando empezaron a volver los refugiados, se produjo un ataque bárbaro contra el centro de Pristina. Eso indica que los impactos de la OTAN tratan de dañar a los civiles y cortar el proceso de entendimiento entre serbios, albaneses y las demás nacionalidades de Kosovo". No aparece por ningún lado la menor explicación de por qué Pristina se ha convertido en una ciudad fantasma. Según Belgrado, los kosovares huyen de las bombas de la OTAN.

Concluye el comunicado del Gobierno yugoslavo: "Las acciones criminales de la OTAN quieren dañar a todos los que desean vivir juntos en paz y comprensión. El Gobierno federal apela a todos los ciudadanos a que no salgan del país, que vivan juntos y colaboren y que así, juntos, se opongan a las bombas, que no eligen a quién van a matar según su nacionalidad".

Aparte del contenido propagandístico de la declaración de Belgrado, queda claro que el mensaje deja abierto un resquicio, tal vez el primero, para una negociación bajo cuerda con Milosevic. Pone además de manifiesto el comunicado que Milosevic cuenta en firme con Rugova para su estrategia. Fuentes diplomáticas occidentales en Belgrado, que contactaron con colaboradores de Rugova en Pristina, informaron al enviado de EL PAÍS de que el dirigente kosovar se encuentra bajo custodia de la policía serbia, pero actúa de forma libre en su política, tras el encuentro en Belgrado con Milosevic. Sobre la actuación de Rugova cabe un sinfín de interpretaciones, pero, según todos los indicios, la OTAN ha recibido un gol en propia puerta, marcado por el dirigente kosovar, que había quedado marginado tras las negociaciones de Rambouillet y París.

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