"El área de la B-30 es de las mejores zonas industriales de Europa, con 500.000 empleos"

El patriarca de Catalana Occidente, Jesús Serra Santamans, es el presidente de la Fundación Club B-30, que tratará de promover los intereses comunes de las empresas instaladas a uno y otro lado de la arteria que va de El Papiol a Mollet. La fundación -nacida del impulso del rector de la Universidad Autónoma de Barcelona- reclama el rescate del peaje de Sant Cugat de la autopista A-7 y una línea ferroviaria de pasajeros para las personas que viven y trabajan en el área de la B-30. Los pioneros de la implantación industrial y tecnológica en los dos Vallès acaban de formar un lobby para poner en marcha una voz común. El área genera más del 9% del producto interior bruto catalán. "Es una de las zonas industriales más importantes de Europa, que proporciona medio millón de empleos", afirma Jesús Serra Santamans, quien cumplirá 88 años en agosto y derrocha vitalidad en el proyecto que acaba de emprender: presidir la Fundación B-30 para promover el desarrollo del hinterland de influencia de la arteria catalana que recorre los dos Vallès. "Yo he sido siempre muy viajero. En Estados Unidos me sorprendió que las aseguradoras dejaban sus locales en el centro de la ciudad y se instalaban en la periferia. Lo entendí enseguida, y nosotros [Catalana-Occidente], que por entonces teníamos las oficinas centrales en el paseo de Gràcia, número 2, sabíamos que Barcelona se iba a congestionar y creímos que el otro lado del Tibidabo sería la expansión natural de la ciudad. Pero entonces no existía ni el proyecto definitivo de la B-30", afirma Serra Santamans. El núcleo constituyente de la fundación está compuesto por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Parc Tecnològic del Vallès, la Fundación Empresa y Ciencia, la Corporación J. Uriach y la aseguradora Catalana-Occidente. Estas entidades han llegado al acuerdo de impulsar un espacio supra-local de cooperación entre instituciones, empresas y asociaciones. Su idea recuerda al impulso de la célebre autopista de Boston Route 128. El 9% del PIB catalán La fundación quiere defender los intereses comunes no sólo de los 16 municipios por los que transcurre, sino los de su área de influencia, que es el nervio industrial de Cataluña. "Hemos hecho cálculos y resulta que la B-30 aporta el 9-10% del PIB catalán [el 25% si se tiene en cuenta el área de influencia]". En materia de exportaciones, la B-30 supone el 10,5% del total catalán. En términos de puestos de trabajo, la B-30 proporciona 200.000 empleos en los 16 municipios, y casi 500.000 en toda el área de influencia. Como dice el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Pere Macias, la B-30 es la "calle mayor" de Cataluña. Las seis primeras exportadoras de la zona de la B-30 vendieron en el extranjero por valor de 425.000 millones de pesetas. Serra dice que la fundación ha explicado sus ideas al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol: "Está entusiasmado, incluso canceló algunas actividades y estuvimos con él una hora y media. Lo mismo ocurrió con la delegada del Gobierno, Julia García-Valdecasas". Serra, como pionero en el Vallès, advierte que no hay coordinación. "Cada empresa va a la suya, cada polígono industrial y cada municipio trabajan sin pensar en el conjunto. Falta comunicación entre estas empresas para coordinarse. Esa es la razón que dio lugar a la fundación". La Fundación Club B-30 reivindica el rescate de peaje de la autopista y una línea de ferrocarril o de otro medio de transporte de masas. "Hay una línea que se utiliza para mercancías y nosotros proponemos que se use también para pasajeros. No hay una línea de transporte público, a pesar del enorme volumen de personas que trabajan allí. Tenemos muchas cosas que hacer". Serra enumera dificultades en materia de líneas eléctricas, telefónicas y servicios de telecomunicaciones, y resume en una especie de mensaje para navegantes: "Hoy vivimos tiempos de euforia económica, las empresas ganan dinero y no tienen problemas. Ahora es cuando deben pensar en lo que tienen que hacer para abaratar costes en el futuro. Porque el que de joven no trabaja, cuando se hacer mayor duerme en la paja". La fundación se plantea actuar como un lobby ante las administraciones y fomentar que las empresas tomen conciencia de la potencialidad de la zona donde están ubicadas. "Esta es una de las zonas más importantes para la industria europea. Un núcleo que cuenta con el parque tecnológico y la Universidad Autónoma. "Estamos muy contentos de que haya una estación del AVE en Sant Cugat y esperamos que se pueda rescatar el peaje de la autopista de 105 pesetas, en el plazo de un año o un año y medio", afirma Serra Santamans. La Universidad hizo una encuesta a 115 empresas y de ahí salió todo, de conocer las necesidades de nuestras empresas. En muchas ocasiones se desconocen las necesidades del vecino de polígono y puede que haya sinergias importantes que ganar con la mera comunicación de inquietudes. Serra Santamans quiere dejar claro que no se trata de tratar de llevar el agua al molino propio: "Nosotros ya estamos allí desde 1971, lo que pasa es que sentimos un compromiso con la zona. La fundación tiene un marcado espíritu altruista, eso debe ser una garantía para todos. Nacemos cargados de buenas intenciones". Uno de los elementos perturbadores del concepto área B-30 podría ser la tradicional rivalidad entre muchos de estos municipios. Serra admite: "Ya se sabe que el vecino del primero y el del segundo no se saludan nunca. Todo esto requiere tenacidad y paciencia. Quizá haya algún alcalde que tenga la sensación de que le quitamos un poco de poder, pero pueden estar tranquilos porque no venimos a apuntarnos tantos". Los fundadores creen que la fundación tiene que ser manejable y no muy amplia, aunque reconocen que están hablando, por ejemplo, con el Banco Sabadell y son conscientes de levantar mucha expectación.