Una barrera con sólo dos hombres
El gol de Di Biagio, ese zambombazo que soltó desde unos 35 metros en el lanzamiento de una falta, fue extraordinario, imparable. Con todo, un pero sí se le puede poner al Atlético en esa jugada: la barrera con la que intentó obstaculizar el golpe franco estuvo formada tan sólo por dos jugadores, demasiado pocos como para cerrar huecos. Di Biagio conectó un trallazo ejemplar, de los que no son habituales, y al que Molina no podía responder de ninguna forma, pero lo cierto es que el italiano vio mucha portería libre para apuntar.
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