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Puigneró recorta producción y empleos por la avalancha de importaciones asiáticas

La empresa textil Puigneró -la mayor del sector en Cataluña, con 2.000 empleos y 22.000 millones de ventas- ha empezado a aplicar un plan para recortar este año su producción en 2.000 millones de pesetas y 133 empleos. La empresa ha tomado esta decisión ante las importaciones de hilo y tejido a bajo precio de países asiáticos, que han ganado competitividad tras devaluar sus monedas.

El objetivo de estas medidas es que la empresa pierda tamaño, pero gane en rentabilidad y salga reforzada. La empresa textil quiere concentrarse en sus productos más rentables, básicamente tejidos acabados y confección, reduciendo su actividad en la fase más elemental, es decir, en la producción de hilo y tejido en bruto, que es donde entran en el mercado europeo productos asiáticos a bajo precio. Hilados y Tejidos Puigneró ha tenido en los últimos años unos beneficios muy exiguos. El año pasado pasaron de 360 a 180 millones de pesetas -apenas el 0,8% de las ventas-. Con el recorte de gastos se pretende alcanzar este año unos beneficios netos de 800 millones de pesetas y un resultado antes de realizar amortizaciones de 2.000 millones. La empresa aún tiene pérdidas acumuladas de 3.400 millones a raíz de la crisis que sufrió hace una década. A finales del año pasado, la empresa eliminó 150 empleos aportados por empresas de trabajo temporal. Este recorte se ampliará a lo largo de los próximos meses y afectará a otros 133 trabajadores con contratos temporales, pero no a los 2.000 empleados fijos que trabajan en las tres plantas de la empresa. Elevar los beneficios es la condición necesaria para alcanzar un acuerdo de pago de las deudas pendientes con Hacienda y la Seguridad Social, que ascienden a 4.000 millones. "La deuda con la Seguridad Social es antigua y corresponde a la cuota patronal, no a la obrera. Creemos que con los beneficios de este año pronto podremos presentar un plan de pago", dijeron las fuentes de la empresa. La eliminación de producción no rentable supondrá un ahorro en compra de materias primas de 1.032 millones de pesetas. La reducción de personal y de otros gastos en energía y transporte se traducirá en un ahorro de 615 y 268 millones de pesetas, respectivamente. Este ahorro se suma a la venta, hace unos meses, de la filial Algodonera de Lebrija, que ha pasado a manos del empresario Alfonso Roquet, yerno de Puigneró. La empresa tiene tres plantas en las localidades de Sant Bertomeu de Grau, Roda de Ter y Prats de Lluçanés. Estas medidas se han puesto en marcha a los pocos meses de que el fundador de la empresa, Josep Puigneró Sargatal, cediera las funciones ejecutivas a su hijo Josep Puigneró Corominas, ahora consejero delegado del grupo textil. El primer ejecutivo ha incorporado a directivos ajenos a la familia. El año pasado, el fundador de la empresa cumplió una condena en prisión por delito ecológico de contaminación a la riera del Sorreig, que desemboca en el río Ter. Ahora la empresa ha hecho una importante inversión de 1.000 millones de pesetas para depurar sus residuos. La situación de Puigneró llegó a preocupar al Departamento de Industria de la Generalitat, partidario hace unos meses de dar paso a un socio para asegurar su futuro. La firma mexicana Cautex se interesó, pero sus propietarios no estaban por vender.

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