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Conocer a los niños

Clase de Biología. Curso de Adaptación Pedagógica. Sevilla. Los treinta alumnos se preparan para recibir las explicaciones del profesor. ¿Hay alguien aquí que haga el CAP porque quiere realmente ser profesor? Silencio. Se alza una mano, dos, tres, cinco a lo sumo. La mayoría de ellos dicen que les gustaría dedicarse a la investigación pero saben que el futuro en ese campo no es muy halagüeño. "Hacer el CAP te abre un camino, si no lo haces tienes una puerta cerrada", explica Sofía Ballesta, una de las alumnas. Esa es la razón que arguyen muchos de ellos. Entre los que tienen interés por la docencia, como es el caso de Marina Limón o de Juan Luis García, se echa de menos un CAP más largo en el que se abunde en los conocimientos prácticos. "Deberíamos aprender a hacer más actividades con los niños porque nosotros hemos estudiado biología pero no somos pedagogos", dice García. "El CAP no aporta la preparación suficiente. No nos da tiempo ni a conocer a los niños a los que damos clase. Creo que aprenderemos a ser buenos profesores con la experiencia". Los principales temores de estos futuros docentes es que no sepan transmitir sus conocimientos y que los alumnos caigan en el desinterés.

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El curso de adaptación pedagógica se ampliará para formar a alumnos con vocación docente El proyecto piloto se ensayará en Sevilla y pretende preparar a 20 "superprofesores"
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