GESTIÓN

Los actores rechazan el plan para abrir una sede universitaria en el solar del teatro Lavapiés

La Unión de Actores respondió ayer a los planes urbanísticos aprobados por el Ayuntamiento para el solar que ocupó hasta hace seis años el teatro Lavapiés consistentes en la construcción de un edificio universitario. "Tenemos un juicio pendiente contra el Ayuntamiento por el derribo de ese histórico teatro. Hasta que no se resuelva no se puede construir nada en el solar", declaró ayer Juan Matute, portavoz de la Unión de Actores. En la demanda interpuesta ante la sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, este colectivo exige la reconstrucción del teatro, ya que en su ...

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La Unión de Actores respondió ayer a los planes urbanísticos aprobados por el Ayuntamiento para el solar que ocupó hasta hace seis años el teatro Lavapiés consistentes en la construcción de un edificio universitario. "Tenemos un juicio pendiente contra el Ayuntamiento por el derribo de ese histórico teatro. Hasta que no se resuelva no se puede construir nada en el solar", declaró ayer Juan Matute, portavoz de la Unión de Actores. En la demanda interpuesta ante la sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, este colectivo exige la reconstrucción del teatro, ya que en su demolición no se respetaron los cauces legales ni su valor arquitectónico.

El pasado miércoles, el gobierno municipal, del PP, aprobó un plan especial para la manzana que en su día ocupó la sala El Molino Rojo y posteriormente el teatro Lavapiés. Los planes previstos por el Ayuntamiento consisten en levantar un centro asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (véase EL PAÍS del pasado domingo). Esta decisión ha desatado las protestas de la Unión de Actores, que lleva cinco años litigando contra el Ayuntamiento por el derribo del teatro a finales del 1992. El municipio justificó la utilización de la piqueta por el estado ruinoso del histórico edificio, catalogado con el primer nivel de protección.En noviembre de 1993, los actores recurrieron contra la demolición del teatro Lavapiés en el Ayuntamiento. Pero su queja fue rechazada. Un año después acudieron al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que admitió la causa. La Unión de Actores reclama desde entonces la apertura de un expediente disciplinario contra el funcionario o funcionarios que dieron la orden de demolición "de tan singular obra de nuestro patrimonio con absoluto desprecio de las normas" y que se proceda a la reconstrucción del teatro Lavapiés. Lo que significa impedir en el solar cualquier otro uso.

"Vamos a llegar hasta el final por la vía legal. Hasta que la justicia no aclare y se pronuncie sobre esta cuestión no vamos a permitir que se haga nada en ese solar. Defendemos el patrimonio de Madrid, los espacios protegidos para uso cultural", declara Juan Matute.

María José Ferrer, que consta en la demanda como abogada de la Unión de Actores, asegura que ni el Ayuntamiento ni nadie puede ejecutar obras en un solar que se encuentra pendiente de una causa judicial. "En estos momentos existe una causa abierta. La viabilidad de los planes que pueda tener el Ayuntamiento depende de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid", declara la letrada.

En la demanda, los actores hacen constar que el antiguo teatro Lavapiés, adquirido por el Ayuntamiento en 1987 para destinarlo a fines culturales, era un edificio catalogado como de interés histórico artístico. Dice también este escrito que el Plan General de Ordenación Urbana establece que estos inmuebles "no podrán ser objeto de declaración de ruina atendiendo al coste de las obras de reparación que sean precisas en los mismos". "La catalogación de edificios o elementos de interés histórico artístico comporta la obligación de su conservación,protección y custodia", según recuerdan los denunciantes en su demanda.

Prueba pericial

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Como parte del proceso, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid encargó una prueba pericial en las que constaran las condiciones del edificio derribado, así como las actuaciones realizadas en el edificio por el Ayuntamiento. El arquitecto designado para el estudio determina en su informe (fechado en septiembre de 1997) que, por el nivel de protección que correspondía al teatro Lavapiés, tan sólo se podían realizar en él obras que preservaran sus características arquitectónicas, su espacio y "todos los rasgos que contribuyen a singularizarlo como elemento integrante del patrimonio arquitectónico y monumental".Según se acredita en este informe, en los edificios de este nivel de protección sólo son admisibles obras de restauración, de conservación, de consolidación o de reconstrucción, siempre que se respeten las características del edificio. Las obras de demolición tan sólo pueden afectar a los cuerpos añadidos. El informe concluye que, tras el estudio del expediente, no existe documento alguno en el que se especifique que el Ayuntamiento realizó las actuaciones necesarias para la conservación y mantenimiento del teatro Lavapiés.

"El edificio estaba en ruina por la dejación del Ayuntamiento, que era el responsable de su conservación", declara Matute, que añade: "El derribo fue un acto contra el patrimonio. No se tuvo en cuenta su valor histórico ni a la Comisión de Patrimonio".

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