Tribuna:

El indicador onubense

El próximo año va a ser extraordinariamente importante para todos los partidos políticos de España, tanto si su ámbito de actuación es todo el territorio del Estado como si lo es única y exclusivamente el de una comunidad autónoma. Antes del 3 de marzo del año 2000 se van a celebrar elecciones autonómicas en Cataluña, municipales y europeas en toda España, autonómicas en las trece comunidades autónomas del artículo 143 de la Constitución, generales y autonómicas andaluzas. La posición de cada partido para hacer política va a quedar extraordinariamente condicionada por los resultados que obteng...

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El próximo año va a ser extraordinariamente importante para todos los partidos políticos de España, tanto si su ámbito de actuación es todo el territorio del Estado como si lo es única y exclusivamente el de una comunidad autónoma. Antes del 3 de marzo del año 2000 se van a celebrar elecciones autonómicas en Cataluña, municipales y europeas en toda España, autonómicas en las trece comunidades autónomas del artículo 143 de la Constitución, generales y autonómicas andaluzas. La posición de cada partido para hacer política va a quedar extraordinariamente condicionada por los resultados que obtenga. Ahora bien, si esto es verdad para todos, lo es para IU más que para ninguno. Tengo la impresión de que, de todos los partidos que van a concurrir a los comicios antes mencionados, ninguno, excepto IU, se juega en ellos su propia supervivencia. Tal como veo las cosas en este momento, no creo que IU vaya a continuar concurriendo como tal a las elecciones que se celebren después del año 2000. La reducción del espacio electoral a la que IU está abocada le va a impedir mantener la mínima imagen de pluralidad interna y va a acabar haciendo muy visible que IU no es sino la cobertura electoral del PCE. En el pasado, especialmente en las elecciones celebradas en los años noventa, la tendencia al alza en los resultados electorales le permitió a la dirección de IU mostrar una cierta generosidad en la elaboración de la listas electorales y hacer hueco en lugares con posibilidades de ser elegidos a candidatos que no pertenecían al PCE. Esto simplemente no va a ser posible en la elaboración de las listas para las próximas elecciones. Para todas. La representación de Izquierda Unida va a quedar tan reducida, que el PCE no va a tener más remedio que ocupar prácticamente todos los puestos con posibilidad de obtener escaño. Como siempre, Andalucía está marcando el camino. En la crónica de Luis E. Siles (EL PAIS, 26 de diciembre) sobre la elaboración de la candidatura de IU para las municipales de Huelva, se nos informaba de que "IU ha renovado al 100% los primeros puestos para las próximas elecciones en Huelva, con la entrada del PCA en sustitución de independientes" Esta manera de proceder se va a repetir en los próximos meses en todos los municipios. Y lo mismo ocurrirá también en la elaboración de las listas para las elecciones autonómicas y generales. Unicamente en las elecciones europeas, en las que la circunscripción es única y hay que cubrir sesenta escaños, es posible que se puede operar con algo de generosidad. En el resto simplemente no va a ser posible. Las elecciones de 1999 y del año 2000 van a ser, por tanto, las últimas de IU y las primeras del retorno del PCE al panorama electoral español. A la vista de lo que ha sido la trayectoria política de IU en los últimos años, tal vez sea lo más coherente.

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