La Biblia en colorines
El príncipe de Egipto, la historia de Moisés y del Éxodo, se divide en colores: blanco, dorado, rojo, turquesa y amarillo para la ropa y edificios egipcios; y los colores tierra, marrones y ocres para los hebreos. El color es, según los creadores del filme, parte del drama. Por ello, las imágenes del mar Rojo abierto en dos (el gran momento del filme) se inspiraron en los últimos cuadros de Monet y las del desierto en Lawrence de Arabia. "Todo en esta película está estudiado", continúa Jeffrey Katzenber, que explica que se eligió la historia de Moisés porque querían "hacer realidad sus milagros". "No digo que los milagros ocurran, lo que digo es que a todos nos gustaría que ocurriesen. Pero esta película no pretende ser didáctica, yo no soy un educador; ni religiosa, tampoco soy un teológo. Es un entretenimiento que, eso sí, quiere ser auténtico".