Jordi Pujol afirma que en su ideario político "hay mucho de Pierre Vilar"

"Algunos catalanes conocemos poco la figura de Felipe II", señaló ayer el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en la clausura del congreso sobre la relación de este monarca y el Mediterráneo que se ha celebrado estos días en Barcelona. "Es lógico que la historiografía catalana haya tendido a no detenerse demasiado en las épocas de decadencia de su país. Cuando era un joven militante nacionalista de 40 años, primero leía la historia del siglo XIX, después la del XX y pasabas después a la medieval. Estábamos, además, influidos por una historiografía muy crítica respecto a la época imperial...

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"Algunos catalanes conocemos poco la figura de Felipe II", señaló ayer el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en la clausura del congreso sobre la relación de este monarca y el Mediterráneo que se ha celebrado estos días en Barcelona. "Es lógico que la historiografía catalana haya tendido a no detenerse demasiado en las épocas de decadencia de su país. Cuando era un joven militante nacionalista de 40 años, primero leía la historia del siglo XIX, después la del XX y pasabas después a la medieval. Estábamos, además, influidos por una historiografía muy crítica respecto a la época imperial española. Luego vimos que no era exactamente así y que, por lo menos, había que entender el siglo XVIII. En este sentido, un autor como el historiador Pierre Vilar ha sido muy importante en nuestro ideario. En mi caso, creo que en mi ideario político hay mucho de Pierre Vilar", agregó. La disertación de Pujol fue extensa y plagada de citas históricas y políticas. Recordó, por ejemplo: "Los catalanes siempre hemos querido ser holandeses", y afirmó que, pese a las revisiones históricas que se producen ahora, como político cree que "en la época de Felipe II se consagró una situación bastante negativa ya que surgió una gran fractura religiosa y política entre los países del norte de Europa y los del sur. El Norte se desarrolló y el Sur no". También se permitió algunas bromas. Narró, por ejemplo, una anécdota, leyenda o chiste sobre el monarca católico: "Felipe II fue a visitar el monasterio de Poblet y tocó a la puerta. "¿Quién es", preguntaron. "El rey de España", dijo Felipe II. "No le conocemos", contestaron los monjes. "Toc, toc", volvió a llamar el rey". "¿Quién es?". "El rey de España". "No sabemos quién es", respondieron de nuevo. Volvió a llamar. "¿Quién es?". "El conde de Barcelona", dijo entonces el rey. "Pase, pase", dijeron los monjes y le abrieron la puerta". El largo parlamento histórico-político de Pujol fue la última intervención en el acto de clausura del congreso. Se había iniciado con otra extensa disertación a cargo del responsable científico del encuentro, el historiador Ernest Belenguer, quien calificó de "heavy" el congreso internacional, en el que han participado 101 ponentes, y lo consideró "un hito" dentro de los estudios sobre la época del monarca. Aseguró Belenguer que en el congreso se han abordado prácticamente todos los aspectos de la época y afirmó que, como responsable de la elección de los profesores, ha querido "primar los conocimientos y la investigación sobre las ideologías". Tras Belenguer, que finalizó su intervención entre el regocijo general agradeciéndose incluso a sí mismo el esfuerzo realizado, valoraron la importancia del congreso Juan Carlos Elorza, presidente de la sociedad estatal para la conmemoración de los centenarios de Felipe II y Carlos V, el secretario de Universidades e Investigación, Manuel Jesús González González, y el presidente delegado del Instituto de Estudios Mediterráneos, Baltasar Porcel. El congreso Felipe II y el Mediterráneo, cuyas actas se publicarán este año, tendrá continuidad los días 2 y 4 de diciembre en Roma con unas jornadas en las que se valorarán aspectos de carácter cultural y social de la época del monarca.

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