Berlín, capital del nuevo centro

Gerhard Schröder, que, como otros miembros de su Gobierno, se ha instalado de manera provisional en Bonn, realizó ayer una apasionada apología de Berlín y prometió que el Gobierno apoyará la rápida culminación de las obras necesarias para que la ciudad pueda ejercer como capital de la República Federal de Alemania. Schröder, que se había mostrado en el pasado partidario del traslado del Gobierno a Berlín en abril, no dio ayer fechas. El Parlamento debe celebrar una sesión en mayo en el edificio del Reichstag para elegir al presidente alemán.

El canciller trató de superar el dilema entre la democracia de Bonn y la república de Berlín, que ha sido objeto de muchas polémicas, y ofreció una solución que puede satisfacer a los que asocian el nombre de Berlín con ideas centralistas de autoritarismo prusiano. Schröder encontró una manera de que Berlín armonice con su filosofía política del nuevo centro y dijo que la ciudad puede ser considerada como la capital de la "República del Nuevo Centro".

"Simbólicamente, el nuevo centro cobra forma en Berlín, en el centro de Alemania y en el centro de Europa", dijo Schröder, que dejó muy clara su voluntad de que la ciudad sea una ciudad que mire al futuro y no se quede estancada entre los fantasmas del pasado. El monumento al holocausto, un proyecto que se discute en Alemania desde hace años, será objeto de una decisión del Bundestag (Cámara baja del Parlamento) y no de una decisión ejecutiva, dijo Schröder.

La decisión sobre este monumento debe insertarse en el concepto global de los lugares conmemorativos en Alemania, señaló. "Siendo conscientes de la historia, decimos también que Berlín representa unas tradiciones completamente distintas al recuerdo del régimen de terror totalitario", dijo Schröder, quien se refirió a la ciudad como centro de la vanguardia cultural de toda Europa y a su papel de puente cultural entre Nueva York, Varsovia, Moscú y París.