Una noche grande

Noche de lujo, y de triunfo, para José Mercé, con el teatro a reventar. Se dio el caso peregrino de alguien a quien habían facilitado localidades de la fila 20 y cuando fue a ocuparlas no existía dicha fila.José Mercé se pasea en loor de multitudes. Está en el momento más dulce de su carrera, con un nuevo disco bajo el brazo al que hacen una fenomenal promoción. Un disco agradable, con música de Vicente Amigo, del que cantó algunos temas esta noche. Temas rítmicos, con mucho color, pero sin la grandeza y la jondura a que nos tiene acostumbrados el cante de José Mercé. No es una cuestión de heterodoxia, puesto que esos temas se inscriben sin vacilaciones en el lenguaje de lo puramente ortodoxo, es más bien un problema de intensidad.

Los fandangos que cantó José Mercé esa noche fueron infinitamente más jondos que cualquiera de los temas a que antes hemos aludido. No digamos ya las tonás y martinetes, las soleares, las siguiriyas, la malagueña... Temas todos de los anteriores repertorios del cantaor y que él hace siempre con grandeza impresionante. En esta ocasión, como es habitual en los últimos años de su carrera, acompañado al toque por Moraíto Chico, una guitarra suntuosa para un cante de excepcional rango.

Quiere decirse, pues, que en sus nuevas grabaciones Mercé se inclina hacia una línea de cante de gran brillantez, más comercial quizás, más apto seguramente para una masa de aficionados mayor que la afecta al cante tradicional del propio cantaor.

Evolución de lo jondo

A estas alturas, y a la vista de lo que está ocurriendo con este y otros flamencos que todos conocemos, cabe reflexionar sobre la evolución actual de lo jondo. Evolución que es deseable, ciertamente, si no queremos enfrentarnos a la probabilidad de un arte muerto, pero con un rigor y una exigencia que lamentablemente hoy se dan con rareza.¿Qué sentido puede tener un cambio que no busca como fin primero mejorar, enriquecer el arte? Y la verdad es que estamos asistiendo a su abaratamiento, a una trivialización que seguramente va a tener secuelas no deseables.

En cualquier caso, cantando unos y otros temas -los de antes y los de ahora-, José Mercé tuvo su noche de gloria en La Zarzuela.