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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Dos Linas por el precio de una

Lina Morgan es lo más reiteradamente clónico que ha pasado por el espectáculo español. Lleva media vida desdoblándose y, al socaire de su revista y después película Vaya par de gemelas, trae ahora a la pequeña pantalla Una de dos, serie que el jueves estrenó La Primera de TVE. En ella, la veterana actriz hace de sí misma, versión manojo de gestos y un despeine con eventual turbante (Madame Susana, una vidente muerta de hambre y de deudas que vive con la madre -interpretada por Amparo Rivelles- de un marido que la abandonó), y de sí misma, versión modosita, con rebeca y pelo antiguo, pero colocado (Vicky, niñera de una casa bien, a la que la muerte del señorito, congelado en las montañas del Tíbet, convierte en albacea de sus tres nietos, porque los papás están previamente fallecidos en accidente).Ambas son hermanas, pero llevan 15 años sin hablarse, por cosas suyas (se pelearon por un novio). Vuelven a verse a través de las páginas de un periódico: en una se publica el anuncio de Madame Susana, que te mira la bola, echa las cartas y limpia auras, y en otra, la noticia de la niñera que hereda una enorme fortuna. El reencuentro entre ambas es desinteresado, toda vez que Susana va a la casa bien de Vicky -representada, como en las telenovelas, por un exterior de mansión con piscina, como telón de cambio de decorado- a ponerse ciega de pastel de carne y pedirle unos dineros para el alquiler. El casero no tiene paciencia, pone a Susana, suegra y maletas en el rellano de la escalera; ambas se presentan en la mansión con piscina y todo parece arreglarse, porque Vicky no sabe cocinar y en cambio la suegra de Susana es mundial ante los fogones. Se preguntarán ustedes para qué hacía falta, hasta aquí, que hubiera dos gemelas. Pues sí. Porque confundirán a una asistente social que llega a la casa para ver cómo viven los niños huérfanos (alertada por una sobrina del difunto, que es una pécora y ha quedado desheredada) y se producirán las correspondientes escenas de confusión y vodevil.

Que nadie piense que la serie puede durar dos telediarios. El pasado sábado, el programa de TVE Cine de barrio pasó el filme La tonta del bote, protagonizado por Lina, y la cuota de pantalla fue del 40%. La audiencia de Una de dos fue de casi cinco millones y medio de espectadores (32% ). Tenemos gemelas para rato.

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