Rusia pide ayuda alimentaria urgente a la Unión Europea
La crisis económica por la que está pasando Rusia llevó ayer al primer ministro, Yevgueni Primakov, a pedir a la Unión Europea ayuda alimentaria urgente ante la amenaza de hambre que se cierne, sobre todo, en las alejadas zonas del norte del país. Aunque no hay detalles sobre la petición, realizada durante la visita a Moscú del presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, ya está claro que no se tratará de compras de cereales subvencionadas.
"La cosecha de este año será de unos 50 millones de toneladas, lo que unido a los 20 millones de excedente del año pasado hace que no necesitemos de compras centralizadas", señaló ayer Viacheslav Chernovianov, viceministro de Agricultura.
Por su parte, la portavoz de Santer, Martine Reichters, reconoció que "ha habido una petición de ayuda humanitaria, pero no tenemos detalles todavía" y agregó que la UE estudiará el caso en los próximos días.
Las importaciones -en Rusia cubren una tercera parte de lo que come la población y en algunas ciudades, más de la mitad- han disminuido drásticamente desde que estalló la crisis financiera el pasado 17 de agosto con la devaluación del rublo y la congelación del pago de la deuda, lo que provocó la parálisis del sistema bancario ruso.
Según pronósticos del ministerio de Economía la importación de alimentos se reducirá en seis veces debido a la depreciación del rublo.
Mientras tanto, el Gobierno ruso está estudiando un proyecto para acuñar monedas de oro con el fin de financiar el déficit presupuestario, que alcanzará unos 100.000 millones de rublos (cerca de un billón de pesetas) en el cuarto trimestre. Según estimaciones del Kommersant Daily, la medida proporcionará 5.000 millones de rublos adicionales. Unos 3.000 millones serían utilizados para garantizar los depósitos bancarios de la población; 1.000 millones para pagar las deudas salariales y otros tanto para cubrir la deuda adquirida con la emisión de bonos del Estado.
