Las ONG gestionarán el 72% de los 3.500 millones de ayuda pública para la cooperación internacional

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) obtendrán 2.600 de los 3.500 millones de pesetas que este año destinará la Administración vasca a proyectos de cooperación con los países en vías de desarrollo. El resto, hasta llegar a los 4.500 del presupuesto total, se invertirá en ayudas de emergencia, en las que también tienen protagonismo las ONG. En esta edición se presentaron 237 proyectos por importe de 6.250 millones, de los que 145 correspondían a organizaciones sin ánimo de lucro. Más de la mital de los planes presentados por empresas han sido rechazada.

El Gobierno vasco ya tiene ...

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Las organizaciones no gubernamentales (ONG) obtendrán 2.600 de los 3.500 millones de pesetas que este año destinará la Administración vasca a proyectos de cooperación con los países en vías de desarrollo. El resto, hasta llegar a los 4.500 del presupuesto total, se invertirá en ayudas de emergencia, en las que también tienen protagonismo las ONG. En esta edición se presentaron 237 proyectos por importe de 6.250 millones, de los que 145 correspondían a organizaciones sin ánimo de lucro. Más de la mital de los planes presentados por empresas han sido rechazada.

El Gobierno vasco ya tiene cerrado el reparto de subvenciones que destinará este año a proyectos de cooperación en países en vías de desarrollo. Aunque todavía faltan por ultimar algunos aspectos técnicos de la distribución, la propuesta contempla que la mayor parte del presupuesto se lo lleven 114 proyectos presentados por ONG. La cifra de 3.500 millones de pesetas -el 0,55% de sus presupuestos operativos- que el Gobierno vasco destinó en1997 a ayuda al Tercer Mundo se ha incrementado este año en mil millones, hasta llegara los 4.500. El plazo para la presentación de los proyectos de cooperación para el desarrollo que pretendían alcanzar una subvención en el reparto de fondos se cerró el pasado 27 de mayo y está previsto que en la semana entrante se informe oficialmente de la distribución. Las ONG esperan expectantes la resolución, ya que ésta se ha retrasado sobre lo previsto. A la décima convocatoria de este programa se presentaron 237 proyectos por un valor de 6.250 millones de pesetas. De ellos, se han aprobado 145, con un importe total de 3.500 millones de pesetas. "El resto, mil millones, se destinará al capítulo de ayudas de emergencia, que tienen como objetivo satisfacer necesidades básicas urgentes de supervivencia de colectivos humanos que están en situación extrema debido a catástrofes naturales o conflictos bélicos", ha explicado Andoni Ortuzar, secretario general de Acción Exterior del Gobierno vasco. "Obviamente, se trata de actuaciones que no se pueden prever, pero se adivinar. Por ejemplo, el caso de Sudán, donde la situación actual de hambruna explotará previsiblemente en otoño con la anunciada pérdida de cosechas. A casos similares se destinará esa partida", añade Ortuzar. Del conjunto de las ayudas, las ONG percibirán 2.600 millones, que servirán para poner en marcha 114 proyectos. Este es el capítulo principal, pero además existen otros. Así, se dedicarán 550 millones de pesetas a 19 planes que tienen como fin la formación profesional de personas en centros técnicos y en la universidad pública. Sobre todo Latinoamérica Además, otros 12 proyectos que por importe de 166 millones de pesetas - encauzados mayoritariamente por ONG, según señala Andoni Ortuzar- se destinarán al capítulo de sensibilización: charlas, campañas divulgativas, conferencias y cursos. Los proyectos de cooperación que se lanzan desde Euskadi a los países en desarrollo llegan preferentemente a Latinoamérica. Mientras que en el resto de España la diversificación geográfica de las ayudas es más amplia, en la comunidad vasca se sigue eligiendo preferentemente países como Perú, Colombia, Cuba y Guatemala. Este año, América Latina absorberá 81 proyectos, mientras que África y Asia se reparten 44 planes a partes iguales. Más de la mital de los programas de ayuda se refieren a actuaciones en el campo de la educación y la sanidad. Además, se desarrollarán cuatro proyectos formativos en Euskadi destinados a personas de los países que reciben las ayudas, con el fin de mejorar su aplicación y eficacia. La presencia de las empresas, privada y públicas, en el programa de cooperación ha sido progresiva y en los últimos años han llegado a acaparar casi una cuarta parte de las ayudas. Este hecho ha provocado las reticencias y críticas de las ONG, por entender que se mueven fundamentalmente por un ánimo de lucro y se alejan del espíritu social que anima al programa. Aunque todavía no se ha divulgado la identidad de las que han conseguido financiación para sus proyectos, Andoni Ortuzar adelanta que alcanzan una representación mínima en el conjunto y que la mitad de sus planes han sido rechazados. "Se hace un análisis exhaustivo, aunque no sólo de las solicitudes procedentes de las empresas. Aquellos que no cumplen el decreto, caen. Sin embargo, yo creo que a las empresas no les interesa especialmente participar de estas ayudas. Otra cosa es que lo hagan por la imagen que pueden transmitir", argumenta el secretario general de Acción Exterior. El programa de ayudas del Gobierno vasco y las tres diputaciones incluye 46 becas -25 para trabajar en Unicef y 19 en la Unesco-, que se concederán a jóvenes vascos para cooperar en proyectos de organismos internacionales. Se incluye también un convenio con Osakidetza para la atención sanitaria de inmigrantes y de niños que no pueden ser operados en en sus países de origen.

Ayuda laica, ayuda religiosa

Las órdenes religiosas siguen siendo principales destinatarias de los fondos para la cooperación pública vasca. En la convocatoria de este año han participado alrededor de sesenta congregaciones. Muchas están presentes en países y lugares a donde no llegan las ONG. Se da el caso de que algunas organizaciones laicas cuentan entre sus miembros más activos a religiosos. Lo asegura Andoni Ortuzar, en respuesta a las críticas que se hace desde algunas ONG, pero también lo reconocen algunos de estos colectivos civiles. "Hay órdenes religiosas que llevan trabajando en esos países del Tercer Mundo desde antes de que las ONG existieran. Incluso hay organizaciones laicas que desarrollan los trabajos en los países de destino con órdenes religiosas. A la hora de la distribución de fondos sólo se tiene en cuenta el proyecto, la viabilidad de llevarlo a cabo y el cumplimiento de requisitos. Si los demandantes pertenecen a una orden religiosa o son laicos es secundario", explica Andoni Ortuzar. Por el contrario, las ONG críticas con su presencia masiva subrayan que "casi todas suelen ser católicas y muy conservadoras, contradiciendo la esencia de las ONG, que radica en su perfil aconfesional".

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