Las regiones suplen al Gobierno central y toman sus propias decisiones ante la crisis
Las regiones rusas han comenzado a declararse unilateralmente en "estado de emergencia económica" y a tomar sus propias decisiones para aliviar la presión de la crisis sobre sus poblaciones ante la inactividad del Gobierno central, enfrascado en la elección del nuevo primer ministro. Según la administración central, la prerrogativa de declarar el estado de emergencia es sólo del presidente de la Federación rusa.Pero varios de los gobernadores de 89 regiones rusas han declarado que no piensan ceder ante un Gobierno central inexistente mientras se enfrentan cada día a la miseria que padecen sus ciudadanos. Las autoridades del enclave de Kaliningrado, separado del grueso del territorio ruso por Polonia, declararon que asumirán la total responsabilidad de las decisiones políticas y económicas que tomen a partir de ahora aún cuando se contradigan con las directivas que proceden desde Moscú.
Las regiones siberianas también han adoptado esta medida que les permite administrar sus recursos según las necesidades particulares de las propias regiones y adoptar medidas urgentes para situaciones locales. El General Lébed, gobernador de Krasnoyarsk, la región más extensa de Siberia, ha declarado que la "regulación de los precios máximos en su región debe considerarse una acción justificada aún cuando sea ilegal".
La fijación de precios máximos de los alimentos ante la escalada inflacionista es una de las medidas más adoptadas por las regiones rusas para proteger sus poblaciones.
