A vueltas con el Tour
El despertar ha sido dulce y el desayuno tranquilo. Pronto nos hemos dado cuenta de que era una sensación pasajera de bienestar. Al llegar a la zona de control en la salida de Málaga, una avanlancha de periodistas de prensa escrita, radio y televisión se nos echado encima. Estábamos preparados para la embestida. El tema giraba en torno al caso Festina en el Tour. Y el protagonista, mi compañero de equipo Alex Zülle.Esas presuntas duras declaraciones suyas aparecidas en un diario francés le han afectado mucho. Puedo decir que Alex, como el resto del grupo, ha venido a la Vuelta a España con ansias de ganar. Pero estas filtraciones a la prensa no ayudan en el estado de ánimo de los ciclistas.
Nosotros somos profesionales y no importa tener en nuestras piernas miles de kilómetros sobre el asfalto y años de sacrificio. Estos temas extradeportivos siempre nos afectan en la moral.
Intentamos centrarnos en la carrera, pero, la verdad, es que estamos hartos. Afortunadamente la gente de las ciudades, de los pueblos por los que transcurre la Vuelta nos tiene cariño y nos apoya. Seguiremos adelante. Un ejemplo maravilloso para continuar pedaleando: la gente del sur nos dice a los ciclistas que volvamos todos los años porque así arreglan las carreteras.
Ruta complicada
Me fastidia hablar de otros temas que no sea los pedales. Eso es lo mío. La etapa entre Málaga y Granada ha sido una ruta complicada. Se intuía que el protagonismo sería, una vez más en estos días que llevamos, para los sprinters. Pero el ONCE-Deustche Bank impone mucho en carrera. Jalabert y sus compañeros se han defendido bien tanto psicológicamente como físicamente.No sólo es este equipo. Da gusto obeservar y comprobar al resto de equipos españoles en un buen momento de forma. Creo que todos hemos sabido llegar a la ronda española calculando bien nuestras energías. Si ningún contratiempo lo impide, se avecina buenos menús de ciclismo. Ya veremos. Por el momento, hay frescura e ideas claras.
Mi equipo, el Festina, va cogiendo el ritmo. Hoy, por ejemplo, hemos estando tirando al final de etapa porque preveíamos viento y queríamos evitar cortes. Además, nuestra intención era también ir cómodos en cabeza del pelotón y preparar la llegada a Marcel Wust. Ha sido un bonito sprint. Lástima que no ganara nuestro colega de equipo. Otro día será. Lo vamos a intentar.
