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El relator de la ONU afirma que Martín Puye fue torturado en Malabo

Alfonso Armada

"Tres presos murieron mientras estaban en manos de la policía y el 99% de los detenidos sufrieron torturas, entre ellos Martín Puye". Alejandro Artucio, relator de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU para Guinea Ecuatorial, lamentó ayer desde Ginebra la muerte del dirigente bubi guineano Martín Puye, condenado por un consejo de guerra a 26 años de cárcel y fallecido el martes en el hospital regional de Malabo. Artucio considera que las deplorables condiciones de la prisión de Black Bach-"aunque han hecho mejoras, como poner un grifo"- ofrecen "razones para pensar que no todo es inocente en la muerte de Puye", que, según el informe médico, se debió a causas naturales: una cirrosis hepática. El dirigente opositor, de 58 años, que había sido llevado al hospital el 23 de junio, fue enterrado ayer.Artucio visitó Guinea en marzo. En la comisaría de Malabo, la capital, pudo ver a los 120 detenidos tras el "precario intento de insurrección en el que hubo cinco o seis muertos del lado del Gobierno y tres bubis". "El 99% de los detenidos, entre ellos Martín Puye, habían sufrido severas torturas durante la investigación, y todos tenían secuelas visibles en el cuerpo. Pese a todo, el aspecto de Puye no era el de alguien que estuviera camino de la muerte". A los tres muertos en los interrogatorios no se les practicó la autopsia ni se abrió una investigación. "El Estado era responsable de ellos, como lo era de un preso como Puye y de todos los que se encuentran hacinados en la cárcel de Black Beach".

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La muerte de un símbolo

Misión internacional

La llamada que el ministro de Asuntos Exteriores español, Abel Matutes, hizo el martes a su colega guineano, Miguel Oyono, exigiendo una investigación y el respeto a los derechos humanos, hizo que el Gobierno de Teodoro Obiang mostrara ayer su disposición a recibir una misión internacional que investigue la muerte de Puye y las condiciones de encarcelamiento de 11 condenados a muerte y 39 a penas de entre 26 y 6 años de prisión, calificadas por Amnistía Internacional de "infrahumanas".Convergència i Unió, después de declarar que la situación de Black Beach condena a los presos a una "muerte lenta", pidió al Gobierno español que presione a la Unión Europea (UE) para obligar a cambiar al régimen ecuatoguineano. El eurodiputado de Nueva Izquierda Carlos Carnero también reclamó al Gobierno de Madrid que proponga a la UE el aislamiento del régimen de Malabo "hasta tanto no se den pasos reales en el respeto a los derechos humanos y se convoquen elecciones libres". Para hoy a las siete y media de la tarde, en la madrileña Puerta del Sol, está convocada una manifestación de protesta por la muerte de Puye.

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