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El actor Fele Martínez afirma que no puede evitar ver "el lado fatal de la vida"

El equipo de "Lágrimas negras" acaba en Lisboa el rodaje del filme de Ricardo Franco

El actor Fele Martínez, una de las jóvenes promesas del nuevo cine español, y la actriz Ariadna Gil acaban de rodar en Portugal el final de Lágrimas negras, la última película del director Ricardo Franco, que falleció a mitad de rodaje. A propósito de este guión que aborda el mundo del amor y la locura, Fele Martínez, un irremediable despistado que nunca olvida "el lado fatal de nuestra existencia", sostiene que la pasión puede descabalgar una vida.

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El éxito le ha llegado muy rápido pero no se le ha subido a la cabeza. A sus 23 años, este actor alicantino se siente muy satisfecho de cómo le han ido las cosas. Premiado con un Goya como joven revelación por su trabajo en Tesis, de Alejandro Amenábar, Fele Martínez explica que se siente "supercontento, aunque no puedo evitar mi lado pesimista. Siempre estoy viendo ese lado fatal de la existencia, pero no me puedo quejar".Nada más llegar a Madrid, se inscribió en la Escuela de Arte Dramático. "Entonces no podía imaginarme que, en sólo dos meses, Amenábar se iba a fijar en mí. Creía que todo este rollo me iba a costar mucho tiempo, y ni siquiera pensaba en el cine, creía que comenzaría haciendo algún pequeño papel en el teatro, pero todo me ha salido muy bien y ahora sólo pretendo mantener el listón los más alto posible".

Fele Martínez ha trabajado en las dos películas de Amenábar, con Chus Gutiérrez en Insomnio, estrenó El tiempo de la felicidad y ha participado en Los amantes del círculo polar, de Julio Medem. Su sexta película es Lágrimas Negras, la historia de un joven de vida aparentemente normal que, al enamorarse de una mujer con trastornos mentales (Ariadna Gil), se ve arrastrado por la creencia de que su amor puede resolver todos los problemas.

"Es una actitud", dice, "muy caballeresca, pero realmente algo ingenua; yo creo que la pasión puede descablagar toda una vida, y es difícil que resuelva los conflictos entre dos personas; el amor no resuelve todas las cosas, es parte de un lote en el que tienen que entrar la paciencia, la comprensión y cierto fanatismo".

Fele Martínez afirma que el cine español está atravesando muy buenos momentos, aunque echa de menos un mayor apoyo a la industria. "Creo que ha salido una muy buena generación de directores, actores y guionistas que están aportando nuevas ideas; hay una gran variedad de temas y de historias, aunque algunas sean locuras, y el espectador puede ahora elegir entre muchas películas".

Por su parte, Ariadna Gil se convierte en Lágrimas negras en un peligrosísimo imán. "Mi personaje", dice, "es una mujer muy manipuladora que ejerce un enorme poder de atracción. Atraviesa por todos los estados de ánimo: la locura, la esquizofrenia, cierta lucidez y la desesperación al no encontrar salidas".

La actriz catalana ha vuelto a rodar en Portugal, un país que le trae muy buenos recuerdos y que se ha convertido en su amuleto: "Es muy especial, me fascina Lisboa y todas las películas que he rodado aquí (Belle Epoque, Antártida y Mecánicas celestes) me han marcado muho. Lágrimas negras no será una excepción.

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