El Llantiol presenta "Obsexion", debut como dramaturgo de Daniel Sauló
Tres aspirantes se presentan a un casting para seleccionar el personaje de Judas en la nueva obra de una autora dramática que llegó a cometer un asesinato para alcanzar el éxito. Con este inquietante punto de partida arranca Obsexion, la primera obra teatral del joven autor Daniel Sauló (Barcelona, 1972), que, bajo su dirección escénica, la compañía Butxaca Teatre estrena a partir de mañana en el Llantiol, dentro de la oferta del Festival Grec. "Obsexion es una reflexión sobre el mundo del espectáculo, una comedia corrosiva sobre las desgracias que soportamos los jóvenes autores y actores para...
Tres aspirantes se presentan a un casting para seleccionar el personaje de Judas en la nueva obra de una autora dramática que llegó a cometer un asesinato para alcanzar el éxito. Con este inquietante punto de partida arranca Obsexion, la primera obra teatral del joven autor Daniel Sauló (Barcelona, 1972), que, bajo su dirección escénica, la compañía Butxaca Teatre estrena a partir de mañana en el Llantiol, dentro de la oferta del Festival Grec. "Obsexion es una reflexión sobre el mundo del espectáculo, una comedia corrosiva sobre las desgracias que soportamos los jóvenes autores y actores para entrar en el mundo profesional", afirma Sauló. Como las desgracias nunca vienen solas, en la presentación del montaje, anteayer, Daniel Sauló comunicó a Gemma Charjnes que deberá interpretar el personaje protagonista porque la actriz prevista ha enfermado súbitamente. "La noticia no está nada mal teniendo en cuenta que el viernes es el estreno", comenta Sauló, quien sin perder la calma ni un instante explica que su obra "es una tragicomedia con abundantes dosis de humor negro y una cierta fascinación por un personaje tan maldito como Judas". "De hecho", asegura, "uno de los aspirantes intenta suicidarse ahorcándose, pero la cuerda se rompe". En su obra, Sauló, que el año pasado dirigió El Gran Guión en el Llantiol dentro del Grec 97, refleja con una trama delirante los tópicos que circulan alrededor del mundo del espectáculo. Los aspirantes al papel de Judas son un escultor muerto de hambre, un pequeño empresario arruinado y un actor que no distingue lo real de lo ficticio, mientras que la autora de éxito aprendió a escribir asistiendo en la cárcel a un cursillo de escritura creativa.