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Tribuna
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El medio partido defensivo

Jorge Valdano

...Pedirle a un equipo débil que ataque es como aconsejarle el ahorro a un pobre, lo sé. Como este Mundial empezó con muchos débiles, el fútbol, en general, es contenido. Los amigos de los lugares comunes suelen decir que "cada vez hay menos diferencias entre equipos chicos y grandes". Si lo parece es porque coinciden dos actitudes. Primero: muchos equipos chicos sólo juegan medio partido, el defensivo. Cuando quieren hacerse los fuertes y ocupar los 100 por 70 del terreno de juego, se llevan cinco goles como toda la vida. Segundo: los grandes sólo juegan a meter el primer gol, luego se ponen a cuidarlo. Si después del primero van a buscar el segundo y luego el tercero, la diferencia se hace escandalosa, como siempre....Puesto que la tendencia se estaba haciendo muy defensiva había que buscar un mecanismo de ataque. Como siempre, en lugar de preguntarle a la computadora, hay que hablar con los más viejos de la tribu porque casi todas las soluciones están inventadas. La pregunta sería: ¿qué hay que hacer contra equipos que se cierran mucho?. La respuesta sería así de simple: "Abrirlos". ¿Cómo? Atacando por afuera. Los que no quieren jugar se ahorran estos problemas, pero quienes desean tomar el mando tienen que aprovechar todo el terreno. Dice César Luis Menotti que a medida que vamos atacando "el terreno se va haciendo más corto, pero el ancho siempre es el mismo: 70 metros". En este Mundial están ocurriendo cosas interesantes y entre las mejores está el intento de abrir el campo. Unos usan laterales (Brasil: Roberto Carlos y Cafú), otros carrileros (Inglaterra: Anderton y Le Saux), otros mediocampistas (Nigeria: Finidi; Holanda: de Boer) y otros extremos aunque se disfracen de cualquier cosa (Henry, Diomedé, Overmars...).

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Dos sospechosos en el fraude de las entradas

...Es verdad que España perdió el partido por correr antes que pensar. La ansiedad hace estragos en el fútbol. España fue a buscar el triunfo frente a Paraguay tirando centros y convirtiendo en figura a la pareja de centrales más fuerte en el juego aéreo de todo el Mundial (Gamarra y Ayala). Si el partido durase tres días, España hubiera centrado tres días. A un equipo ansioso jugar para atrás le parece una pérdida de tiempo, una frivolidad o un deshonor. Prefieren chocar. Si hay un muro delante y una puerta detrás, es mala idea intentar pasar por el muro. Si Zidane debiera ser un jugador obligatorio en las escuelas, Holanda, como equipo, también. Nadie clarifica mejor el juego. Cuando los caminos se atascan: tocan para atrás y buscan por el otro lado. En lugar de chocar, parece que piden permiso para llegar hasta el final. Al final, en fútbol, le llaman gol.

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