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Gobierno y Junta dicen que ya se ha retirado el 18% de los lodos tóxicos

Los responsables de la limpieza de los lodos tóxicos procedentes de la rotura de la balsa minera de Aznalcóllar (Sevilla) aseguraron ayer que ya han conseguido retirar del cauce de los ríos Agrio y Guadiamar más de 343.000 toneladas de tierras contaminadas, un 18% de la mancha negra de metales pesados desparramada tras el reventón del 25 de abril. Junta de Andalucía y Gobierno, agrupados en la comisión de coordinación para el desastre ecológico, calculan que el río estará limpio de los desperdicios mineros en la primera quincena de septiembre, justo al límite de la llegada del otoño y las temidas lluvias estacionales.

La retirada de lodos ha venido sufriendo retrasos considerables debido a la llegada de las últimas tormentas. No obstante, José Antonio Viera, delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, la participación de 223 personas y 220 máquinas en la limpieza ha permitido eliminar y transportar a la vieja explotación minera donde se van a almacenar (la corta de Aznalcóllar ya sin explotar) una media de 20.000 metros cúbicos de tierras saturadas de metales pesados.

Viera hizo estas declaraciones tras la reunión semanal que celebra la Comisión de Coordinación para la Recuperación de la Cuenca del Río Guadiamar, en la que participan representantes de las administraciones central y autonómica. El recientemente nombrado coordinador del Gobierno en este asunto, Félix Pérez Miyares, no acudió a la reunión, pese a que estaba previsto. Precisamente hoy, la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, acudirá a Sevilla para la toma de posesión oficial de su cargo de Pérez Miyares.

El aire está limpio

La Consejería andaluza de Medio Ambiente, por su lado, dio a conocer ayer los primeros dados sobre la calidad del aire en la zona afectada por el vertido. En todos los puntos vigilados, según el informe, la concentración de partículas en suspensión "es inferior a los límites vigentes (300 microgramos por metro cúbico de aire)", mientras que el contenido en metales pesados "refleja que los valores son muy bajos y prácticamente indetectables, lo que significa que la influencia de las partículas procedentes de los lodos ha sido nula".Viera alertó sobre la situación del agua embalsada en Entremuros e instó al Gobierno para que la desembalse al Guadalquivir "con la mayor urgencia", ya que "los riesgos son cada día mayores". Según Viera, es "importantísimo" que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) tome una decisión a este respecto la próxima semana, dada la gran cantidad de lluvia caída en las inmediaciones durante los últimos días y porque los arroceros de la zona necesitan desaguar sus tierras tras la siembra.El Gobierno tiene previsto adjudicar los trabajos de desembalse y tratamiento de las aguas a las escuelas de Ingenieros de Caminos de Madrid y Sevilla.

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