Por el país y la familia

"El planteamiento de otros es un referente, no una hipoteca. Espero que España tenga el mismo respeto que nosotros". La presentación del libro blanco sobre el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas sirvió también para marcar hechos diferenciales. El vicelehendakari, Juan José Ibarretxe, se mostró respetuoso con los demás, pero justificó el impuesto, además de en Europa y en la realidad económica, en la diferencia. "Hay que tratar de incorporar al impuesto cómo somos la sociedad vasca, ni mejores ni peores, sí diferentes", aseguró Ibarretxe. El vicelehendakari hizo en todo momento una exposición didáctica del impuesto, como si estuviera dando una clase. Con un largo puntero de madera marcaba en una pantalla sus propuestas mientras gesticulaba de forma expresiva. Pero el tono académico se rompió cuando una periodista le preguntó por la posibilidad de que los profesionales de rentas más altas desplazaran su domicilio fiscal a comunides vecinas - a la localidad cántabra de Castro Urdiales, concretamente- con el fin de pagar menos con la tarifa estatal. Una práctica de la que se acusó a las haciendas vascas cuando aprobaron un Impuesto de Sociedades más con un tipo más bajo que el de territorio común (32,5% frente al 35%). "Nunca hemos hecho una regulación para hacer daño a nadie. Siempre hemos adaptado la normativa en términos de progreso. Queremos tener a quien quiera estar en Euskadi", espetó Ibarretxe en un arranque de enojo, que le duró hasta el final de su comparecencia. El vicelehendakari poco antes había apelado a la familia, al modelo de empresa y a los valores de la sociedad vasca. En todo caso, el respeto a los otros no lo perdió en ningún momento. Al comienzo de su intervención dejó claro que el documento, además de entregárselo a los agentes sociales y a los partidos vascos, se lo había remitido también al Ministerio de Economía y al comisario de Hacienda de la Comisión Europea.