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El PNV aparca hasta la nueva legislatura su denuncia sobre la dispersión de presos

Pedro Gorospe

El PNV sigue decidido a llevar a Europa la denuncia de la dispersión de los presos etarras si el Gobierno no cambia su política penitenciaria. Ello, pese al fracaso en Estrasburgo de las gestiones de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco. Pero ya será durante la próxima legislatura, toda vez que apenas quedan cuatro semanas para el final del actual periodo de sesiones y la Cámara de Vitoria no volverá a abrir hasta después de que se celebren los comicios autonómicos el próximo mes de octubre.

El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, el peneuvista José Antonio Rubalcaba, acusó ayer al embajador de España en Bélgica, Manuel Benavides, de haber presionado a las instituciones europeas para que fracasase su viaje a Estrasburgo. El secretario de la comisión homónima del Consejo de Europa, Michele de Salvia, comunicó el jueves a Rubalcaba que la denuncia de la Cámara de Vitoria no cumple los requisitos para ser admitida a trámite. Además, el presidente del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y el del Consejo de Europa no le recibieron.Rubalcaba explicó ayer que Benavides pasó varias veces por los mismos despachos a los que él iba a acudir con el fin de obstaculizar sus gestiones. "El señor embajador ha estado 15 días dando vueltas por los sitios de Bruselas y Estrasburgo en los que yo había pedido entrevista. Me parece bien que trabaje por el Gobierno que le paga", apuntó, "pero no me parece bien que saque información y luego la pase". Rubalcaba se refirió a la filtración de las dos cartas que le fueron remitidas por el presidente del Comité para la Prevención de la Tortura y por el secretario general del Consejo de Europa en las que, "con algunos matices", se negaban a recibirle. "Sospecho que todas esas presiones han venido del embajador", reiteró.

"Cuando menos, despistado"

A su vez, Benavides replicó ayer mismo a las acusaciones del diputado del PNV: "El señor Rubalcaba está cuando menos despistado. No sabe cuál es el trabajo del embajador de España en Bélgica". "La última vez que estuve en Estrasburgo", puntualizó a continuación, "fue en 1968, cuando era cónsul español en Metz (Francia). Lo que hace el embajador en Bruselas no tiene nada que ver con eso que [Rubalcaba] dice". El diplomático reiteró que no tiene nada que ver con el Consejo de Europa.Rubalcaba reconoció que las apenas cuatro semanas que faltan para el final de la legislatura autonómica representan muy poco tiempo para "dar los pasos necesarios", se mostró dispuesto a seguir avanzando en la Comisión de Derechos Humanos para poder retomar el acuerdo tras los comicios del 25 de octubre.

Pese al fracaso de dos largos años de trabajo, "el PNV va a seguir denunciando que cree que [la dispersión de presos] va en contra de la ley", dijo Rubalcaba; "vamos a seguir denunciándolo porque es un asunto que está generando un grave problema a una serie de personas del entorno familiar de los reclusos y queremos que el Gobierno modifique eso".

El portavoz peneuvista se convirtió una jornada más en blanco de numerosas críticas, en especial del PSE y del PP, que volvió a pedir su dimisión.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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