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La oposición culpa a Barberá de convertir la educación en el primer problema de Valencia

"Un pleno extraordinario de Educación en el Ayuntamiento de Valencia, ¿para qué señores de la oposición, si estamos haciendo el mayor esfuerzo inversor en enseñanza pública de la historia de la ciudad?". Así resumió ayer el teniente de alcalde de Valencia, Alfonso Grau, el sentir del equipo de gobierno municipal del PP ante el clamor de los padres de alumnos y la demanda de la oposición, en el pleno extraordinario, para elaborar un documento que aborde las necesidades educativas, tanto en infraestructura como en financiación, de la ciudad.

El equipo de gobierno no atendió ayer a la propuesta de Nova Esquerra, PSPV y Esquerra Unida. El PP hizo caso omiso a la petición de la oposición municipal, que transmite el malestar de los padres de alumnos, y le dio la vuelta como un calcetín a la moción. El equipo de Barberá presentó una enmienda que el concejal de UV, Társilo Piles, consideró que desvirtuaba por completo el debate, pero que finalmente fue aprobada. Una enmienda por la que se refrendó el compromiso de "continuar el cumplimiento del convenio sucrito para la construcción de nuevos centros entre la Consejería de Educación y el Ayuntamiento". El Ayuntamiento, con este acuerdo, refrenda lo que ya había sido aprobado: el convenio para construir y adecuar seis centros que, una vez finalizadas las obras, pagará con intereses la consejería de Francisco Camps. Társilo Piles, que volvió a convertirse más que ningún otro en el blanco favorito de las críticas del PP, mostró su desaliento en el hemiciclo y recriminó a los concejales de los bancos de los populares que sus malas artes dejaban la moción vacía de contenido. "Con su enmienda demuestran su escasa voluntad de diálogo. Creo que no hace falta seguir este pleno, porque ustedes hacen lo que les da la gana, porque son la derecha y porque ponen una enmienda que anula las propuestas del resto del hemiciclo". En las intervenciones anteriores, Ana Noguera, por el PSPV, Francesc Díez, de Esquerra Unida, y Manolo Moret, por Nova Esquerra, criticaron a Barberá por convertir la enseñanza pública en el primer problema de la ciudad de Valencia y por profundizar cada vez más las diferencias entre el sistema de educación privado y el público. Sin embargo, el teniente de alcalde, Alfonso Grau, recordó a los socialistas que los problemas de la ciudad "se arrastran desde su época de gobierno". Grau aseguró que sólo un 4% de los alumnos no pueden, a día de hoy, elegir plaza en primer o segundo lugar. "Esa deficiencia no merece las críticas que hacen ustedes y las asociaciones de padres de alumnos", agregó. Ante esta afirmación, uno de los padres que representan al Instituto Ferrer i Guàrdia manifestó que sólo el conflicto que se ha generado en tres institutos -el Benlliure, Orriols y el Ferrer i Guàrdia- ya supera ese 4% anunciado por Alfonso Grau. A Grau le replicó Manolo Moret. Dijo que el Consell sólo ha presupuestado 27 nuevos centros para 1998, de los que un tercio se arrastran de 1997. Pese a que Eduardo Zaplana habló hace pocos días de más de 100.

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