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Crítica:POP
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La tribu del fin de siglo

Esta vez el héroe oscuro se presentó en directo con armas mucho más poderosas que en sus anteriores visitas a nuestro país. El productor, cantante y poeta de 28 años desplegó sobre el escenario de la sala madrileña una poderosa maquinaria en la que, por primera vez, el peso específico de la música estaba sabiamente repartido entre la electrónica e instrumentos absolutamente convencionales, a los que una numerosa banda sacaba un partido que rayaba en las lindes del punk más crudo.¿El fin de la cacareada utopía de las máquinas? Tal vez no sea para tanto, pero sí se notó en el concierto la salida de ese túnel agobiante en el que había devenido el trip hop, marca de la casa, para acercarse a terrenos más convencionales, humanos y cercanos a lo que ha sido siempre una celebración en directo.

Tricky

Sala Macumba. 2.800 pesetas. Madrid, viernes 5 de junio.

La sala se encontraba a rebosar de jóvenes inmersos en la estética postgrunge que se sabían al dedillo y celebraban con un vaivén colectivo las espasmódicas evoluciones de Tricky, su alter ego femenino Martina y una tercera voz femenina de apoyo.

Tras arrancar con una versión del Heart of glass de la añeja Blondie, la banda dio un vigoroso repaso a los temas de su último disco en el mercado, Angel with dirty faces.

Ceremonia catártica

A pesar del tono ceremonial y la oscuridad reinante, fue muy de agradecer, por parte de los que no disfrutan en exceso de la densidad de este estilo, la energía desplegada en unos temas que hasta tenían una vena francamente bailable. La tribu de fin de siglo se encontraba a sí misma en una ceremonia catártica en la que la repetición es reina, la melodía un feliz oasis en el desierto y la profundidad de unos textos poéticos marca el hipnótico camino a seguir.El concierto logró un crescendo apreciable y al final del mismo, en el que sonaron los temas más conocidos de la extensa discografía del artista, la multitud sacudía nucas al ritmo obesivo que el grupo marcaba desde el escenario. Lejos, muy lejos de lo presenciado en anteriores visitas -como si Tricky hubiera salido a tocar convenientemente estimulado por no se sabe qué- la banda salió a realizar un largo bis que dejó a la audiencia francamente satisfecha. Desde luego, al que no le convenza demasiado este artista, tal vez la fiesta no le supiera a tal. Los entregados, en cambio, salieron del recinto con la sonrisa de saber que su dinero había sido muy bien empleado.

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