_
_
_
_
_
Entrevista:

GABRIEL ERKOREKA COMPOSITOR "El País Vasco es un territorio musical muy fértil"

Mikel Ormazabal

Gabriel Erkoreka (Bilbao, 1969) fijó su residencia en Londres hace cinco años al comprobar que allí la música se halla en permanente estado de buena esperanza. En este ambiente musical brotó su última obra Bizitza, basada en poemas de Bernardo Atxaga y estrenada en Musikaste. Desde la lejanía londinense, realiza una defensa militante de la música de este siglo y sugiere a los responsables políticos de la cultura vasca que "promocionen a los jóvenes valores de la música contemporánea". Pregunta. ¿Cómo le gusta presentarse, como compositor y pianista, o a la inversa? Respuesta. Yo me identifico con ambas especialidades, pero si debo elegir un orden primero pongo la composición y después, el piano. Desde pequeño siempre estaba ante el piano improvisando música y con la necesidad de crear algo propio más que recreando lo que otros habían escrito. El pianista debe estar en contacto con la materia sonora y entiende mejor el alma de la partitura que interpreta si es compositor. P. ¿Cuál ha sido el resultado del estreno de su última obra Bizitza? ¿Está satisfecho con su interpretación? R. Estoy muy satisfecho porque la partitura es bastante compleja y la experiencia ha resultado muy positiva. La cantante Irina Chikina y el grupo Ostots han hecho una primera lectura muy buena. P. ¿Cómo ve la música contemporánea del País Vasco? R. Nos encontramos ante el renacimiento de una nueva generación de compositores que habría que exportarlos y dar una imagen similar a la que se está ofreciendo con el Guggenheim. P. ¿Se sirve de alguna influencia musical? R. Al principio me interesaban los fenómenos de la naturaleza (se reflejan en mis obras Nubes, Krater, Dipolo) evocándolos desde el ruido de la gran ciudad. Después he abordado aspectos puramente musicales haciendo referencia al folklore de otras procedencias, sin descuidar la música culta de la época renacentista. Me he inspirado en el arte de la pintura, la fotografía y el cine, sobre todo el cine. P. ¿Cómo definiría su estética musical? R. La realidad en que vivimos la percibo bastante compleja y eso se refleja en mi música. Evito las coincidencias rítmicas creando una partitura rica, siempre con la finalidad de que la música sea expresiva. Al escribir procuro que la partitura no transmita una música intelectual. P. ¿Con qué obras tiene previsto aumentar su catálogo? R. Tengo un encargo de la Sinfónica de Bilbao para acordeón y orquesta, y voy a escribir un cuarteto de cuerda y otra obra basándome en el folklore armenio para un instrumento llamado duduk (obóe armenio). Esta faceta la compagino con los tres o cuatro conciertos que ofrezco al año con programas distintos. P. ¿Prefiere interpretar sus propias obras o que sean otros quienes lo hagan? R. Las dos opciones son interesantes, pero me inclino por que las interpreten otros. Así, se puede comprobar si he escrito bien lo que me proponía y he transcrito en el papel lo que tenía en el cerebro, de forma que otros puedan comprender lo que quería transmitir. P. ¿Del ambiente musical londinense, qué transportaría al País Vasco? R. Londres tiene una gran variedad de programación. Allí un músico se enriquece muchísimo porque tiene todo tipo de influencias a su alcance. Me gustaría que eso ocurriese aquí, y que orquestas y grupos programaran sin miedo música de este siglo. En Londres percibo que la gente está harta de escuchar las sinfonías de Beethoven y quiere otras experiencias. Por otro lado, los ingleses tienen la ventaja de ser muy proteccionistas y promocionan mucho lo suyo. Eso vendría muy bien para el País Vasco. Debemos tener confianza en los músicos vascos y promocionarlos. P. Los músicos aseguran que el entorno fertiliza. ¿Es el País Vasco un terreno bien abonado para la música? R. El País Vasco siempre ha tenido una cultura musical muy fuerte, una tradición coral y un folklore muy arraigado. Por tanto tiene personalidad propia y es un territorio musical muy fértil. La única crítica que se puede hacer es que la programación debe ser más abierta y variada. Me gustaría que se programara música de este siglo para educar a la gente, porque hay un desconocimiento enorme de la música del siglo XX.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_