Javier Marías publica "Negra espalda del tiempo", una obra de recuerdos personales
El escritor define su libro, narrado con su nombre, como una «falsa novela»
Está narrada en primera persona, con el nombre del autor, y todo aquello que cuenta responde a la realidad. Pero Negra espalda del tiempo (Alfaguara), la última novela de Javier Marías, «no es un libro autobiográfico ni de memorias, sino una obra de ficción». «Podría llamarse una falsa novela», comentó ayer uno de los novelistas españoles más consagrados. Tras pedir disculpas a los periodistas por negarse a comentar el libro, Marías, que ha vendido dos millones de ejemplares de sus novelas y ha sido traducido a más de 20 idiomas, explicó los motivos de esta infrecuente actitud. El pudor a hablar de cuestiones que «pueden ser escritas, pero no comentadas en público» es la principal razón.
Apenas media docena de personas había leído antes del día de ayer uno de los libros más esperados de la temporada. Javier Marías (Madrid, 1951) se deshizo ayer en disculpas a los periodistas, una indulgencia que ya había solicitado por carta la pasada semana. «Quiero que entiendan», manifestó, «que yo mismo soy el narrador y no tendría ningún sentido que lo que no cuento en el texto lo fuera a contar luego a la prensa de viva voz». En medio de una gran expectación y en una sala donde se dieron cita cerca de un centenar de periodistas, Marías insistió, una y otra vez, en que se trata de «un libro narrativo, aunque sea una novela que no es ficción». «El narrador soy yo», agregó, «con mi nombre y apellido y todo lo que cuento es verdad o son cosas sabidas, conocidas o especuladas por mí. Pero no es biográfico ni de memorias».Cuando Marías se refirió a recuerdos o reflexiones que no pueden ser comentadas en público citó como ejemplo la muerte de su madre, a quien dedica, junto con su hermano Julianín, que murió siendo un niño, Negra espalda del tiempo . «Mucho del material del libro es aventurero o incluso inverosímil, pero en la realidad suceden cosas más inverosímiles que en las ficciones». El escritor -uno de los más premiados y reconocidos por la crítica y el público, sobre todo a raíz de la publicación de Corazón tan blanco y de Mañana en la batalla piensa en mí - calificó la novela como un «género híbrido y flexible y un término tan amplio que permite acoger obras como Negra espalda del tiempo». En cualquier caso, Marías admitió que hoy en día se publican más obras que resultan difícilmente clasificables de acuerdo con la división en géneros tradicionales. «La novela», aclaró el escritor, «abarca desde el Quijote a La cartuja de Parma , desde En busca del tiempo perdido al Ulises pasando por las obras de Dumas o de Verne».
Una periodista preguntó a Marías, en el curso de una conferencia de prensa que duró una hora larga, si el recurso a recuerdos respondía a que lo «habían abandonado las musas». El escritor contestó que sus novelas no eran de intriga o de acción: «En mis libros la historia no es lo único que cuenta». Tampoco aceptó el autor que algunas personas que aparecen en Negra espalda del tiempo con sus nombres y apellidos hubieran podido enfadarse. «Nadie puede haberse enfadado porque sólo la ha leído un grupo reducidísimo de gente», precisó Marías. «Salen personas reales», añadió, «pero también dedico una parte larga a la I Guerra Mundial y ninguno de mis amigos vivía entonces. Asimismo hablo de México, un país donde no he estado nunca».
Material vivo
Escritores, editores y cineastas de la España contemporánea, entre otros, desfilan por las páginas de Negra espalda del tiempo, junto a otros personajes reales, que son amigos o familiares del autor. No obstante, Javier Marías advirtió: «Ahora bien, si alguien espera carnaza , se va a aburrir mucho. Cuando he mantenido polémicas, siempre he ido de cara, con mi nombre, no como otros». Aunque su última obra es un texto cerrado en sí mismo, el novelista no descartó un segundo, un tercer o un cuarto volumen. «Mi última novela cuenta cosas sucedidas o que siguen sucediendo. Es un material vivo sobre el que posiblemente seguiré escribiendo».Después de calificarlo de «efecto y no motivo», Javier Marías consideró positivo que su nuevo libro aparezca sin opiniones o juicios previos al haber llegado a los lectores al mismo tiempo que a periodistas o críticos. «Hablar de supuesta democratización sería demagógico, pero me parece bien que haya aparecido así».
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