El ingeniero que diseñó la escultura de Chillida está extrañado por el desplome
El ingeniero José Antonio Fernández Ordóñez, responsable del diseño estructural de la escultura de Eduardo Chillida que cayó el pasado viernes en Barcelona y causó tres heridos, se mostró ayer extrañado por lo sucedido ya que, afirmó, es poco habitual que una obra de estas características aguante durante 11 años y después caiga sin causa aparente. El alcalde Joan Clos encargó ayer una investigación sobre las circunstancias de lo ocurrido que se realizará conjuntamente con el ingeniero Fernández Ordóñez.
"Por las informaciones que he recibido no deduzco fácilmente lo que ha podido pasar, aunque está claro que alguna razón tiene que haber", afirmó el ingeniero Fernández Ordóñez, que añadió: "No haré declaraciones hasta que lo haya visto personalmente. Seguramente, el próximo miércoles o jueves estaré en Barcelona y entonces ya podré dar mi versión de los hechos". Fernández Ordóñez, que el pasado fin de semana se encontraba de viaje, tiene previsto reunirse con el ingeniero de la empresa Entrecanales, que en su día realizó materialmente la obra; con los responsables del Ayuntamiento de Barcelona, y con el arquitecto Josep Martorell, autor, junto con David Mackay, del proyecto arquitectónico del parque de la Creueta del Coll, donde estaba situada la escultura. El ingeniero -que recientemente ha ganado el concurso internacional para construir en Oporto un puente que tendrá 280 metros de luz- confía en que la escultura de Chillida pueda restaurarse sin problemas. El artista ha manifestado de forma reiterada su malestar por el hecho de que el lago en el que debía reflejarse la pieza se encontrara casi siempre seco ya que esto, además de dar sentido a la obra Elogio del agua- en la que se hacía referencia al mito de Narciso-, era una medida de seguridad adicional que impedía el acceso directo del público a la escultura. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, manifestó ayer que el Ayuntamiento investigará las circunstancias que provocaron la caída de la escultura. El informe se realizará junto con el equipo del ingeniero Fernández Ordóñez. Además el consistorio ha encargado otra investigación del desplome a una empresa externa. En principio, y a la espera de lo que determinen las investigaciones de lo ocurrido, se cree que la caída pudo estar provocada por un problema en el sistema de anclaje de los tirantes de los que pendía la escultura, de 54 toneladas. Reponer la escultura Con independencia del resultado de las investigaciones, el Ayuntamiento hará frente a todos los daños y perjuicios ocasionados a las tres personas que resultaron heridas al caer parte de la escultura. Clos avanzó, además, la intención de reponerla: "Es una pieza muy importante y queremos reconstruirla tal y como la diseñó el escultor, con las medidas adicionales necesarias para que no haya nuevos desprendimientos". En relación con las condiciones de seguridad que ofrecía la instalación, Clos apuntó que cuando se reponga la escultura se mejorará su instalación "porque una escultura atrevida no tiene por qué ser insegura". En cuanto al día en que se produjo el accidente, Clos puntualizó que había una valla en el acceso al lago -que estaba seco- sobre el que estaba suspendida la escultura, de forma que sólo podía llegarse a ella franqueando la valla o utilizando un camino de uso exclusivo del departamento de Parques y Jardines. Fuentes municipales señalaron que las vallas que impiden el acceso se ponen para algo. El alcalde precisó que una de las cosas que se revisará es el sistema de señalización de la zona donde está ubicada la escultura. En relación con el accidente, el grupo municipal de CiU considera que, en general, el Ayuntamiento debe mejorar el mantenimiento urbano. "En una ciudad, el mantenimiento de todo es muy importante y eso es una asignatura pendiente que tiene Barcelona", precisó el concejal Joan Marcet.
