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La policía cree que los atentados son obra de no fichados

La Ertzaintza (policía vasca) sospecha que dos grupos de legales (no fichados) dependientes del comando Donosti de la organización terrorista ETA son los responsables de la colocación de los cuatro artefactos explosivos en los inmuebles de familiares de ediles populares en las localidades guipuzcoanas de San Sebastián, Hondarribia e Irún.Por su parte, fuentes de la lucha antiterrorista creen que ETA dispone de un comando formado por activistas legales que opera desde hace tres años en el triángulo que existe entre Irún, Hondarribia y Pasaia. La Policía le atribuye una serie de atentados ocurridos entre 1995 y 1998, entre ellos la colocación de varias bombas en Irún y Hondarribia y ametrallamiento de la Comandancia de Marina de Hondarribia, el 25 de diciembre de 1996.

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Interior considera que las bombas de ETA son respuesta a la detención de sus comandos

El Departamento de Interior sospecha que la colocación de los artefactos es obra de dos grupos de legales que habrían recibido las bombas ya preparadas. Su tarea fue exclusivamente la colocación de los artefactos, previo señalamiento de los objetivos gracias al trabajo de los taldes (grupos) de información. El núcleo principal del comando Donosti de ETA está dirigido por el liberado Xabier García Gaztelu, Txapote. La policía sitúa también en el comando a la liberada Irantzu Gallastegi Sodupe, Amaia. El cuádruple atentado del lunes confirma para la policía que el núcleo que dirige García Gaztelu tiene varios grupos satélites, y un par de comandos de legales que operan en la zona fronteriza y municipios adyacentes. Junto a todos estos grupos de liberados y legales se ha tejido en toda la provincia de Guipúzcoa una amplia red de colaboradores, con una participación muy desigual, que el Ministerio del Interior cifra en150 personas.

'Aberri Eguna'

ETA ha tenido que echar mano del único comando que mantiene intacto en Guipúzcoa desde que la Ertzaintza desmantelara parte del grupo tras la detención de Fernando Elejalde Tapia, en marzo de 1997. Tradicionalmente, la organización terrorista ha puesto en funcionamiento a sus efectivos en activo en torno a la celebración del Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca, que se celebra el Domingo de Resurrección).En 1995, cinco días antes de esta celebración nacionalista, ETA asesinó de un disparo en la cabeza al brigada del Ejército Mariano de Juan Santamaría de 37 años, y tres días después intentó matar en Madrid con un coche bomba al presidente del PP, José María Aznar.

En torno a esa fecha, en 1996, el comando Vizcaya asesinó al guardia civil Fernando Jiménez Pascual, de 29 años, y el activista José María Igerategi, Ijitu, murió despedazado al reventarle la bomba de 15 kilos de amosal y tuercas que pretendía colocar en Vitoria. En los Aberri Eguna de 1993, 94 y 97, ETA también colocó bombas y lanzó granadas contra la academia de la Ertzaintza.

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