Nuevo fallo en la lámpara principal del Teatro Real
La lámpara del Teatro Real, una gran araña de casi tres toneladas de peso, volvió anoche a protagonizar otra de sus numerosas anécdotas al retrasar cerca de diez minutos el comienzo de la última representación en Madrid de la ópera Le nozzé di Figaro, ya que su complejo mecanismo de utilización no funcionó como estaba previsto.Nadie en el Teatro Real dio explicación alguna sobre el hecho, aunque se pudo saber que no se debió a que nadie supiera cómo se apagaban las luces de la lámpara, versión que circuló a lo largo de la velada. Parece ser, según fuentes que en todo momento evitaron darse a conocer, que se tuvo que recurrir para subirla a otro sistema distinto del habitual, algo necesario para no dificultar la visión del escenario.
Los telespectadores de La 2 de TVE que siguieron la retransmisión de esta ópera, con una hora de diferencia de la representación real, también vivieron este retraso y pudieron oír cómo se anunciaba por megafonía que el retraso era por causas ajenas a los integrantes del espectáculo.
Hace dos años, la lámpara se desplomó, por un fallo humano, sobre el patio de butacas, y el día de la reapertura del Real no se situó con normalidad en la altura del tiempo de representación.
