Tribuna:

La fotografía de la comediante desnuda

La publicación en la primera de EL PAÍS del 22 de diciembre de la fotografía de una integrante del grupo teatral La Casona actuando desnuda en una representación en la plaza de Sant Jaume de Barcelona en apoyo de la Plataforma 0,7%, que propugna el destino de ese porcentaje del producto interior bruto (PIB) al Tercer Mundo ha suscitado reparos en algunos lectores. Reparos de índole moralizante en algún caso, y de índole feminista en su mayor parte. ¿Habrían publicado ustedes la foto en primera de ser un hombre, y no una mujer, el que aparece desnudo?, inquieren los últimos. La diputada del Par...

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La publicación en la primera de EL PAÍS del 22 de diciembre de la fotografía de una integrante del grupo teatral La Casona actuando desnuda en una representación en la plaza de Sant Jaume de Barcelona en apoyo de la Plataforma 0,7%, que propugna el destino de ese porcentaje del producto interior bruto (PIB) al Tercer Mundo ha suscitado reparos en algunos lectores. Reparos de índole moralizante en algún caso, y de índole feminista en su mayor parte. ¿Habrían publicado ustedes la foto en primera de ser un hombre, y no una mujer, el que aparece desnudo?, inquieren los últimos. La diputada del Partido Popular y alcadesa de Málaga, Celia Villalobos, también dejó en el aire esta interrogante al comentar el tema en el programa Crónicas marcianas, de Tele 5 (22 de diciembre), con las diputadas Anna Balletbó y Cristina Almeida.En primer lugar hay que decir que la foto fue publicada prácticamente en todos los medios de comunicación, en primera página o en páginas interiores. Pero no es ésa, evidentemente, la cuestión, pues todos los medios de comunicación pudieron caer en la misma frivolidad y actitud machista. La cuestión es si la publicación de esa fotografía -destacada en primera o relegada a páginas interiores- se debió a ese tipo de motivaciones. Es elemental a este respecto tener en cuenta lo que dice Lluís Bassets, director adjunto de EL PAÍS, que eligió ese día la fotografía de la primera del periódico: "La publicación de una fotografía que muestre el cuerpo humano desnudo no plantea, en principio, ningún problema especial a un periódico como EL PAÍS si se atiende, como debe ser y es el caso, al criterio informativo que rige la selección de los temas publicados. Nada tiene que ver la fotografía de una actriz desnuda en primera página con las primeras páginas de los periódicos tabloides británicos o de bulevar alemanes, que publican fotografías de modelos desnudas o semidesnudas en portada para atraer a los lectores".

Debe subrayarse en todo caso que no se trata tanto de la fotografía de una mujer desnuda como de una comediante que actúa desnuda. El matiz tiene importancia desde el punto de vista informativo. Efectivamente, la fotografía no representa la imagen de una mujer que irrumpe desnuda en un acto para llamar la atención sobre algo. En este supuesto la fotografía tendría, al margen de su valor estético, un evidente componente de escándalo. Su publicación plantearía más problemas desde criterios periodísticos al ser un elemento extraño al hecho noticioso . No es el caso de la fotografía en cuestión. Ésta representa el núcleo mismo del hecho noticioso, que consistía precisamente en una representación teatral de un grupo de comediantes que intentaba expresar mediante el gesto las diversas tribulaciones -sed, hambre, frío, desesperación- que afligen a las poblaciones de los países del Tercer Mundo. Lo mismo que el arte es capaz de sublimar cualquier realidad, incluso la más desangelada, la noticia da sentido a actitudes y comportamientos que, considerados en sí mismos, podrían estar fuera de lugar. ¿Actuaron desnudos los componentes del grupo teatral La Casona para atraer más eficazmente la atención del público sobre el mensaje que pretendían transmitir? Es posible; pero lo cierto es que la desnudez era el ropaje que mejor se adaptaba al espectáculo que representaban. No cree, por ello, el Defensor del Lector que tengan razón de ser en este caso ni los prejuicios moralizantes ni las suspicacias feministas.

Pero es posible que para algunos la pregunta inicial siga sin contestar: ¿habrían publicado ustedes la foto en primera de ser un hombre, y no una mujer, el que aparece desnudo? La mejor forma de contestar a esa pregunta es explicar el mecanismo concreto por el que se decidió seleccionar la susodicha fotografía para su publicación en la primera de EL PAÍS del 22 de diciembre. "Las fotos de la -acción teatral", señala Bassets, "que llegaron al periódico a través de agencias y también de colaboradores propios, eran todas del mismo tipo. Era lógico que se publicara como sucedió en casi todos los periódicos del lunes, y que algunos, como EL PAÍS, optaran por elegir una de ellas para la primera página. No hubo dudas el domingo por la noche cuando decidimos la primera. La competencia era muy escasa. Había sólo otro tema de interés con material gráfico a nuestra disposición, en concreto una buena foto de la crecida del río Tajo a su paso por Talavera de la Reina, pero tenía dos inconvenientes: ya habíamos hecho varias primeras con el tema de las inundaciones la misma semana y las crecidas ya estaban remitiendo. Nos decidimos por la actriz desnuda, y creo que una duda por motivos supuestamente de decencia hubiera sido gravísima por nuestra parte, pues habría demostrado serios prejuicios sobre el cuerpo humano y una escala de valores ciertamente extraña a los principios del periódico".

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Respecto a supuestos síndromes machistas de quienes publican fotos como la que se discute, Bassets piensa "que la utilización del cuerpo femenino no es en este caso un problema del periódico, sino de quienes han realizado la acción teatral y han querido llamar la atención con ello -ciertamente con éxito notable- Personalmente no tendría inconveniente en publicar un desnudo masculino frontal si se dieran las circunstancias de interés informativo y buena calidad del material gráfico. En ningún caso creo que deba hurtarse al público lector una buena fotografía con valor informativo por el hecho de que muestre un cuerpo desnudo". Existe un precedente no muy lejano del supuesto al que se refiere Lluís Bassets: la publicación, si no en la primera del periódico sí en la de Deportes, edición de Cataluña, de una fotografía de media página del streaker que saltó al césped del Camp Nou cuando mediaba el segundo tiempo del partido jugado entre el Barcelona y el Betis el 15 de junio pasado. Frente a las críticas, de algunos lectores, el Defensor del Lector justificó la publicación de la fotografía (Un nudista en el Camp Nou, 29 de junio de 1997) por el interés informativo que los responsables de la sección de Deportes dieron a un suceso nada frecuente en un estadio español.

Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta, correo electrónico (defensorWelpais.es) o telefonearle al (91) 337 78 36.

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