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Los especialistas advierten contra los intentos de censura en Internet

Salgado: "Que no sea delito lo que no lo es fuera de la red"

"Que no sea delito en Internet lo que fuera de la red no lo es". Así resumió Elena Salgado, ex secretaria general de Comunicaciones, el sentir mayoritario entre los expertos reunidos ayer en el seminario Libertad y control en Internet, organizado por Fundesco en Madrid. La complejidad de la red de redes, que hace inútil una reglamentación a escala nacional, y el hecho de que gran parte de los llamados delitos informáticos sean en realidad viejos delitos en un nuevo soporte, aconsejan prudencia, según los especialistas, ante el afán intervencionista que muestran los conservadores.

El dilema entre libertad y control en Internet se ha vuelto más acuciante ante el imparable desarrollo de la red de redes en los últimos tiempos. Los datos son elocuentes: si a finales de 1995 había alrededor de 35 millones de usuarios de Internet en el mundo, un año después la cifra se situaba en torno a los 60 millones. En España, según los datos del Estudio General de Medios (EGM) correspondientes al pasado mes de mayo, 919.000 personas accedieron a Internet de un total de 1,3 millones que tenían posibilidades de hacerlo.Sin embargo, como apuntó Elena Salgado, de los tres tipos de delitos que se pueden dar en Internet -"difusión de contenidos antisociales, interceptación de comunicaciones y aquellos contra la propiedad intelectual"- han sido sorprendentemente los primeros los que mayores comentarios han suscitado.

Salgado comparó esta actitud, que no se atrevió a calificar de hipócrita, con el "escándalo" que se produjo en España hace ahora tres años con los teléfonos 903 por emitir mensajes eróticos, un conflicto que le tocó de lleno en su etapa de responsable político con la Administración socialista. "El problema surgió cuando llegaron a los hogares recibos excesivos y fueron los periódicos que más anuncios breves de esta índole publicaban los que más se escandalizaron. De pronto se exigió a la Administración una tutela que era propia de las familias y una superregulación acabó sepultando este servicio".

Elena Salgado subrayó que actualmente "el sexo y la incitación a la violencia no aparecen más en la red que en otros medios" y abogó porque "no sea delito en Internet lo que fuera de la red no lo es". Máxime cuando algunos de estos problemas -la protección de menores, fundamentalmente- se pueden solucionar, en su opinión, fomentando la responsabilidad de los padres y mediante la incorporación de filtros informáticos.

El diputado socialista Jenaro García Arreciado se manifestó contrario a una actuación censora a escala nacional en Internet, al ser ésta una red global; y sugirió que sería más útil la organización de los usuarios contra los mensajes indeseables que la imposición de un conjunto de reglas. Al debate también asistió José María Mayo en representación del Partido Popular, quien se refirió, en general, a la política gubernamental de liberalización de las telecomunicaciones.

El profesor de Filosofía y Ciencias Sociales en la Univesidad de Bolonia, Angelo María Petroni, intentó responder a la pregunta sobre ¿quién va a regular Internet? Petroni definió esta red como "un orden espontáneo", ya que no ha sido "planificado" por nadie, que "no está al servicio de ningún fin moral, político o económico", que "no es jerárquico" y que además "evoluciona constantemente".

Este carácter de la red de redes, que hace posible que se extiendan las ideas innovadoras sin ningún tipo de filtro ni de ciberpolicías, llevó al profesor italiano a pronunciarse a favor de que "sólo una reglamentación basada esencialmente en el Derecho y el orden espontáneo asegurará que no se pierda la grandísima oportunidad para crear libertad y prosperidad que representa Internet".

En términos más políticos se manifestó el economista y columnista Carlos Rodríguez Braun al hablar de Internet y democracia. Rodríguez Braun apuntó que Internet podría servir de palanca para "la reconquista de la libertad por los ciudadanos frente al Estado". No obstante, advirtió que "nada garantiza que Internet no vaya crear más confusión en la democracias" y limitó su optimismo a señalar que la red de redes es sólo "una posibilidad para mejorar la democracia", ya que está claro que "un mundo mejor informado es menos susceptible a la manipulación".

Por su parte, Ignacio Cosidó, jefe del gabinete del director de la Guardia Civil, señaló que "no existen delitos informáticos" sino "delitos contenidos en la vigente legislación cometidos a través de medios informáticos" y que actualmente es "prácticamente imposible controlar las actividades ilegales realizadas a través de ella, debido a la inexistencia de un sistema judicial o policial uniforme que permita una respuesta a este problema".

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