Las gasolineras se ofrecen a pasar más controles

La explosión de la estación de servicio de la calle de Doctor Esquerdo ha puesto en entredicho los sistemas de seguridad de los 400 surtidores de la región. Sin embargo, la Asociación de Empresarios de Gasolineras de la Comunidad de Madrid aseguró ayer que el accidente del pasado domingo es la prueba fiable de que funcionaron "con éxito" los sistemas de seguridad. "Se pasan controles estrictos, pero estamos dispuestos a pasar nuevas revisiones", señaló Antonio Onieva, presidente de la patronal. "Las instalaciones han respondido de forma excepcional, teniendo en cuenta que el riesgo era máximo: estaban cargándose en el momento de la deflagración y los depósitos estaban totalmente llenos en ese instante", añadió.

Según Onieva, con el resultado de las investigaciones se comprobará que "esta gasolinera, como las del resto de la Comunidad de Madrid, pasa por unos controles muy rigurosos y muy fiables". "De antemano lamentamos los heridos graves, pero todo lo que pasó en el edificio anexo es lo máximo que le puede ocurrir en las peores condiciones, y la instalación principal, incluida la tienda, respondió a la perfección".

La Confederación de Consumidores y Usuarios de Madrid (CECU) pidió ayer que se cumplan la prohibición de fumar, de tener el motor en marcha o mantener encendidas las luces cuando se reposte combustible. Daniel Rubio, portavoz de los consumidores, reivindicó en declaraciones a Servimedia que "los empleados velen por el cumplimiento de las normas de seguridad cuando entren los automovilistas".

Menor tamaño

La Asociación Ecologista Aedenat reclamó ayer que las autoridades regionales deberían limitar el tamaño de las gasolineras que se construyan en el casco urbano para reducir los riesgos para la población cercana. José Luis García, presidente de Aedenat, señaló a Servimedia: "La actual normativa que regula los surtidores es restrictiva. Cuanto más reducida sea la capacidad de almacenamiento de gasolina, menor riesgo habrá en caso de que Se produzca cualquier tipo de incidente".Los ecologistas criticaron también la construcción de grandes estaciones de servicio que permiten a los propietarios diversificar el negocio y abrir supermercados y establecimientos de hostelería.

En las calles de Madrid hay 110 puntos de venta de combustible, y en el resto de la región, 290, según la Asociación de Empresarios. En Madrid hay una gasolinera por cada 22.000 habitantes. Una proporción muy baja, comparada con las de las capitales europeas, donde hay una por cada 3.000 personas.