El 'éxtasis' liquida neuronas asociadas a la depresión
El éxtasis, administrado a ratas y a monos en dosis comparables a las habituales en muchas discotecas, es un poderoso y específico neurotóxico que destruye las células cerebrales productoras del neurotransmisor serotonina, cuya deficiencia en humanos está asociada a la depresión y a la ansiedad. Los indicios de que el éxtasis tiene el mismo efecto en los seres humanos son "fuertes, aunque requieren confirmación", según aseguró ayer George Ricaurte, de la Universidad John Hopkins (Baltimore, EEUU). Las alteraciones de la serotonina también tienen que ver con la migraña y con la epilepsia.Este efecto sobre la serotonina distingue a las anfetaminas y a sus derivados -como el éxtasis y la droga del amor- de casi todas las demás drogas, que suelen afectar a otro tipo de neurotransmisor llamado dopamina.
Un dato preocupante, según Ricaurte, es que, aunque los daños neuronales provocados por el éxtasis son transitorios en ratas tienen un carácter irreversible en los monos. Ricaurte, experto mundial en drogas de diseño, interviene esta semana en el seminario Drogas de síntesís: nuevos patrones de ocio y consumo en los jóvenes, en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander.
Los efectos del consumo habitual de éxtasis han sido objeto de debate. El delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, insistió ayer en la postura oficial española, según la cual ese derivado anfetamínico "conduce a alteraciones psicológicas importantes". La especificidad de acción del éxtasis en el cerebro puede ser, paradójicamente, la causa última de esa vaguedad. Las neuronas que producen serotonina tienen un papel modulador sutil. En ratas una destrucción masiva de los circuitos cerebrales de la serotonina no tiene efectos apreciable en la viabilidad del animal. Aclarar en humanos sus consecuencias psicológicas requiere "10 ó 15 años más de investigación", según Ricaurte.
