El nuevo Gobierno francés dice que Alemania "no tiene motivos" para inquietarse por el euro
La cohabitación francesa comenzó ayer con la mayor de las cortesías. El presidente conservador, Jacques Chirac, recibió en el Elíseo a su nuevo Gobierno de izquierda para celebrar un Consejo de Ministros simbólico, en el que ambas partes expresaron su deseo de trabajar en un clima de respeto mutuo. Los ministros marcharon luego a tomar posesión de sus despachos. El responsable del área económica, Dominique Strauss-Kahn, aprovechó la ceremonia para lanzar un mensaje positivo sobre el euro: "Los alemanes no tienen motivos para sentirse inquietos y no hay necesidad de que yo les tranquilice", dijo, refiriéndose al proyecto de unión monetaria. La Bolsa de París dispensó una buena acogida al Gabinete y cerró con beneficios.
La cita con Chirac estaba fijada a las diez de la mañana. El jefe del Gobierno, Lionel Jospin, se presentó con media hora de anticipación para reunirse a solas con el presidente. Los ministros llegaron de forma poco habitual al patio del Elíseo: alguno, como la titular de Cultura y portavoz, Catherine Trautmann, se presentó en taxi, aunque casi todos utilizaron automóviles privados. En el mismo patio se encontraron después con los policías que, en adelante, deberían encargarse de su seguridad, lo que contribuyó a formar una cierta algarabía.Mientras Chirac y Jospin conversaban en privado, los ministros se congregaron en el salón de ayudantes de campo del Elíseo. En esa estancia fueron presentados por Jospin, uno a uno, al presidente, quien les estrechó la mano. François Mitterrand se había negado a efectuar ese gesto hacia sus ministros conservadores en sus dos periodos de cohabitación, 1986-1988 y 1993-1995. Ya en la sala de reuniones, Chirac y Jospin ocuparon posiciones opuestas en la inmensa mesa del consejo. La número dos gubernamental, Martine Aubry, ministra de Empleo, Sanidad, Seguridad Social, Integración y Ciudades, se sentó a la derecha del presidente y departió con él en varias ocasiones. Chirac estaba crispado, pero procuró sonreír en todo momento y se mostró "cortés", según relató luego la portavoz Trautmann.
Francia acaba de pronunciarse. Ha elegido una nueva mayoría [parlamentaria]. Ustedes son el Gobierno emanado de esa mayoría", dijo Chirac al abrir el consejo, según el servicio de prensa presidencial. "Henos aquí", siguió, "de nuevo en periodo de cohabitación. No dudo que ésta se desarrollará dentro de la dignidad, el respeto mutuo y una preocupación constante por los intereses de Francia". Jospin respondió al jefe del Estado, comprometiéndose a "trabajar dentro del respeto de las altas prerrogativas constitucionales del presidente de la República, la serenidad y el rigor", "más allá de las diferencias en cuanto a concepciones políticas".
Tras la breve reunión, Chirac rehusó, al igual que Mitterrand en sus dos cohabitaciones, fotografiarse junto al nuevo Gobierno. A la salida del palacio, los ministros se dispusieron espontáneamente a posar para la foto de familia, pero Jospin les apremió a disolverse y a partir hacia su puesto de trabajo. La foto oficial del Gobierno se hará más adelante.
El resto de la jornada se dedicó al traspaso de poderes en cada ministerio. Había mucha expectación en Bercy, sede del macrodepartamento de Economía y Presupuesto, ante la llegada del nuevo ministro Dominique Strauss-Kahn. Los mercados habían acogido bien la composición, anunciada la víspera, del Gobierno socialista, y la Bolsa de París concedió un voto de confianza al equipo de Jospin con beneficios moderados. Strauss-Kahn utilizó la llegada a su despacho para responder a una sola pregunta, lanzada por un periodista, sobre las dudas alemanas respecto a la voluntad francesa de crear el euro: "Los alemanes no tienen motivos para sentirse inquietos y no hay necesidad de que yo les tranquilice".
Strauss-Kahn tendrá ocasión el domingo, en una reunión anticipada del Ecofin (ministros de Finanzas de la UE), de explicitar sus proyectos ante los alemanes y el resto de las delegaciones. El ministro delegado para Asuntos Europeos, Pierre Moscovici, afirmó por su parte que Jospin cumpliría "sus compromisos sobre Europa", refiriéndose a la promesa de impulsar una "reorientación social".
La única nota gris en la alegre jornada socialista fue la condena al ex tesorero del PS Henri Emmanuelli por financiación ilegal del partido. El juez impuso 18 meses de cárcel en suspenso a Eminanuelli, ya condenado recientemente por el mismo motivo. La sentencia no incluyó ningún periodo de inhabilitación, por lo que Emmanuelli podrá mantener el puesto de diputado obtenido en las elecciones del pasado domingo.
