Pujol avisa al PP que no admite "engaños" sobre los gobernadores

La desconfianza sigue presidiendo las relaciones entre el PP y CiU. Ayer subió de grado cuando el presidente de la Generalitat manifestó se sentirá "engañado" si el Ejecutivo popular da a los subdelegados del Gobierno en Cataluña atribuciones en materia de orden público. La supresión de los gobernadores civiles, prevista en la LOFAGE, dará paso en mayo a la figura de los subdelegados, quienes podrán asumir las mismas competencias. CiU considera que, en Cataluña, un simple cambio de nombre vulneraría el pacto suscrito en 1996.

Jordi Pujol llamó hace pocos días al ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, para prevenirle que CiU no aceptará que los sustitutos de los gobernadores, en Cataluña, mantengan competencias de orden público. Rajoy Y el consejero catalán de Gobernación se entrevistarán hoy para aclarar el conflicto, que se suma a los que periódicamente se suscitan entre el Gobierno y sus socios catalanes. Rajoy confía que esta entrevista zanje el conflicto. "Es una tormenta en un vaso de agua", sentenció. Pujol explicó que la intención de CiU al negociar la Ley de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado (LOFAGE) era que hubiese un cambio sustancial en la figura de los gobernadores "que supusiera su desaparición". Pujol admitió que siempre existe el riesgo de que "hecha la ley, hecha la trampa".A la vista de esta tormenta, Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya retó ayer a CiU a presentar una propuesta conjunta para reformar la LOFAGE. El diputado de IU-IC Antonio Ríos manifestó que la LOFAGE establece claramente que el delegado del Gobierno puede delegar sus funciones, "por lo que Pujol no puede decir que ha sido engañado".

Pujol insinuó ayer que podría adelantar las elecciones catalanas, previstas para 1999, para que, según dijo, no queden encajonadas entre las municipales y las generales.

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