_
_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Biotecnología reglada

LA NATURALEZA tiene sus propias leyes, cuyo descubrimiento es el objeto final de la actividad científica. No podemos alterarlas, pero sí estudiarlas, entenderlas y, en muchos casos, aplicarlas para resolver problemas sanitarios, industriales, alimenticios u otros... O bien crear nuevos problemas, ya sea a propósito, como en el caso del armamento, o como secuela imprevista de aplicaciones en principio benéficas. En contraste con las leyes de la naturaleza, el hombre sí tiene capacidad para cambiar, eliminar o crear las leyes que regulan su propia vida. La investigación científica, y más concretamente la que afecta a la propia biología humana, no puede escapar al sistema de normas del que se ha dotado la sociedad. La investigación en biotecnología es hoy casi noticia cotidiana, como en el reciente caso de clonación de una oveja a partir de una célula de otra oveja adulta ,debido sobre todo a las nuevas posibilidades que abre, especialmente en el campo de la salud y de la alimentación. Pero justamente su enorme potencial hace temer la eventualidad de un uso inapropiado. De ahí que en todo el mundo se esté debatiendo un marco regulador de la investigación en biotecnología, con el declarado propósito de impedir prácticas que puedan dañar la dignidad de las personas y comprometer el equilibrio de la especie humana con su medio ambiente.

El presidente Clinton, por ejemplo,a raíz del caso de la oveja Dolly encargó a un comité de expertos la preparación de un informe, que se espera para mayo,que sirva de base para una iniciativa legislativa al respecto. Pero una de las primeras concreciones de ese debate es la resolución que hoy firmarán en Oviedo una quincena de países del Consejo de Europa, entre ellos España. Contiene toda una serie de cautelas para la experimentación en áreas que afectan a la reproducción humana in vitro, la manipulación de embriones humanos, la posible utilización discriminatoria de la información genética, los trasplantes o los derechos individuales en casos de realización de pruebas genéticas.

Es de esperar que otros muchos países se vayan uniendo a la iniciativa y se construya así un corpus normativo que vincule a países y laboratorios, y que asegure el buen uso que, indudablemente, se puede hacer de los hallazgos presentes y futuros en biotecnología.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_