Francisco Roig cuestiona a Jorge Valdano

"Aquí cuando se pierde tienen que pasar cosas". Esta frase, la misma que pronunció Roig poco antes de despedir al anterior entrenador, Luis Aragonés, pone en el disparadero el futuro de, Jorge Valdano como técnico del Valencia. "Que todos asuman sus responsabilidades. ¿Jugar bien? Lo que hay que hacer es empezar a ganar ya", añadió el dirigente nada más aterrizar en Manises (Valencia), acompañado del flamante fichaje del equipo, el argentino Ariel Ortega.Precisamente Ortega, que ha costado 1.700 millones de pesetas, puede ser otro punto de ruptura entre Roig y Valdano. ¿Ha sido un jugador reclamado por Valdano?, le inquirieron a Roig. "Ha sido reclamado por el Valencia. Tenemos seis o siete técnicos", replicó el presidente, lo que refuerza la teoría de que Ortega no era una de las prioridades de técnico hispano-argentino. para la próxima campaña. Y en ese caso, se repetiría la historia que desembocó en la salida de Aragonés del banquillo de Mestalla.

Pocas horas antes, el presidente se había enterado en el aeropuerto de Barajas de la derrota de su equipo ante el Logroñés (2-1). Y le sentó como un tiro. "Estoy avergonzado de perder seis puntos contra el Logroñés", dijo Roig con un enojo considerable. El Logroñés también venció en Mestalla, en la primera vuelta (0-1).

¿Ha perdido, pues, la confianza en Valdano?, le preguntaron al dirigente. "El equipo es el mismo que el del año pasado agregó, en un reproche artero al técnico hispano-argentino, puesto que, si el equipo es el mismo, el resultado debería ser parecido (fue subcampeón de Liga). Pero Valdano, al igual que Aragonés, sabe perfectamente que el Valencia de este ejercicio no tiene nada que ver con el del año pasado. Se fue con cuatro hombres fundamentales (Mijatovic, Viola, Mazinho y Arroyo) y los que llegaron están muy lejos de su rendimiento (Vlaovic, Piojo López, Karpin e Iván Campo).

Responsabilidades

Con todo, cada mal resultado añade nitroglicerina al sillón presidencial de Roig, muy cuestionado por la grada en la presente temporada. Y el presidente no dudará en repartir responsabilidades entre los empleados del club: el técnico, primero; y después los jugadores.

Por su parte, Ariel Ortega, ajeno al fuego que salía de boca de su presidente, apareció en Valencia con media sonrisa inocente que reflejaba la satisfacción de haberse convertido en el traspaso más caro de la historia del fútbol argentino. "No creo que tenga problemas para adaptarme al fútbol europeo. Siempre jugué igual y me fue bien", dijo Orteguita, que añadió que su apodo, Burrito, procede de familia: a su padre le llamaban Burro.

Sobre su debú como valencianista, el centrocampista espera hacerlo el sábado que viene ante el Sevilla en Mestalla. Pesa sobre él, sin embargo, una sanción por, haber insultado a un árbitro asistente que podría impedírselo. "Todavía me quedan tres fechas de sanción", dijo Burrito, aunque éstas podrían ser perdonadas el próximo jueves por la Federación Argentina de Fútbol.