Celia Villalobos admite que acumular cargos fue un error

, Celia Villalobos, la alcaldesa de Málaga, emprendió ayer una huida hacia adelante en la que no dejó títere con cabeza. Tras aceptar que ha errado al mantener su escaño de diputada del Congreso por el PP y sus cargos en las empresas municipales, incompatibles legalmente, sacó toda su rabia por las críticas recibidas en los últimos días.

Así, acusó a la oposición de bloquear su acción de gobierno y dijo que el Ayuntamiento está al servicio de los caprichos de Martín Toval y Romero", concejales del PSOE e IU, respectivamente. También la emprendió contra su antecesor, el socialista Pedro ...

, Celia Villalobos, la alcaldesa de Málaga, emprendió ayer una huida hacia adelante en la que no dejó títere con cabeza. Tras aceptar que ha errado al mantener su escaño de diputada del Congreso por el PP y sus cargos en las empresas municipales, incompatibles legalmente, sacó toda su rabia por las críticas recibidas en los últimos días.

Así, acusó a la oposición de bloquear su acción de gobierno y dijo que el Ayuntamiento está al servicio de los caprichos de Martín Toval y Romero", concejales del PSOE e IU, respectivamente. También la emprendió contra su antecesor, el socialista Pedro Aparicio, a quien tachó de despilfarrador.

"Tengo que confesar, que he cometido un error y lo reconozco. No se me caen los anillos por ello", expuso la alcaldesa en una conferencia de prensa. Luego, añadió: "Puedo garantizar que no ha habido mala voluntad". En el tiempo que ha ocupado estos cargos dijo no haber gastado ni una sola peseta -"son empresas de servicios que no llevan consigo ningún tipo de beneficio económico"-, situación que contrapuso con la de su antecesor en la alcaldía. Según Villalobos, con cargo sólo a una de estas empresas, la de aguas, Aparicio pasó facturas de comidas que sumaron más de 1,8 millones de pesetas en 1992, 1993 y 1994.

Villalobos informó que ya ha delegado sus cargos en las empresas municipales y que así lo ha informado a la Comisión del Estatuto de los Diputados. A pesar de asumir su error, Villalobos considera que la ley de incompatibilidades es "injusta" con los regidores. "Yo no defiendo una situación personal, pero está claro que el alcalde tiene la obligación de velar por la eficacia de los servicios municipales", dijo.