Los policías amotinados en Guatemala retienen como rehén a un general
Varios centenares de agentes de la Policía Militar Ambulante (PMA) de Guatemala se amotinaron de nuevo ayer en su cuartel general, donde esta madrugada mantenían retenido a un general de los tres que habían encargados por el Gobierno de negociar sus peticiones. Los otros dos fueron autorizados a abandonar el recinto para hacer llegar al Gobierno las peticiones de los policías. Éstos, que ya ocuparon su cuartel el pasado miércoles, exigen el pago de indemnizaciones ante su próxima desmovilización. Los amotinados se apostaron con sus armas en los muros que rodean el cuartel. El general Víctor Manuel Ventura, que preside la comisión negociadora junto a los dos generales retenidos, Augusto Barrios y Hugo Arenal, propuso aplazar la desmovilizacion del cuerpo hasta después del próximo día 28, fecha en la que según los acuerdos de paz debería quedar disuelto este batallón. La situación empeoró en el interior del cuartel cuando el general Ventura y sus dos acompañantes intentaron abandonar el recinto policial para trasladar al alto mando del Ejército la negativa de los amotinados a aceptar su oferta. Los sublevados dieron un ultimátum a sus superiores, que vencía a las dos de la madrugada de ayer hora de Madrid, para que el Gobierno acepte sus reivindicaciones: el pago de indemnizaciones que rondan el millón de pesetas por agente. La PMA, compuesta por unos 4.000 agentes, es la primera unidad del Ejército que debe quedar desmovilizada según los acuerdos de paz suscritos entre el Gobierno del presidente Alvaro Arzú y la guerrilla Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Esta previsto que los guerrilleros, por su parte, comiencen a entregar sus armas a partir del próximo día 23, bajo la upervisión de la ONU. Un mes después de la firma de paz los índices de criminalidad común hacen recordar a los guatemaltecos los años más oscuro de las dictaduras militares, cuando las cunetas del país se llenaron de cadáveres.El viernes por la noche (madrugada de ayer en España), el diputado suplente del gobernante Partido de Avanzada Nacional, Joel Mendoza Pineda, y su sobrino Adín, de siete años, fueron asesinados por delincuentes comunes en la ciudad de Escuintla (54 kilómetros al sur de la capital guatemalteca). El Ministerio del Interior ha afirmado que esas bandas "utilizan las mismas estrategias que fueron puestas en práctica por la insurgencia durante más de veinte años".
