Jaque de Úbeda a Linares

, Si ya resultaba curioso que Linares fuera el Wimbledon del ajedrez, ahora hay un doble motivo para la sorpresa: Úbeda, a 26 de kilómetros, organiza otro torneo de élite casi en las mismas fechas. Tras la escandalosa cancelación del año pasado, Linares recupera la tradición desde mañana con Gari Kaspárov y todas las jóvenes estrellas; entre ellas, el español Alexéi Shírov. Los aficionados y los periodistas tendrán que desdoblarse desde el viernes porque el suizo Víctor Korchnoi, dos veces subcampeón del mundo, el prodigioso húngaro Peter Leko, de 17 años, Miguel Illescas y otras nueve figuras han sido contratados por Úbeda, cuyo alcalde anuncia: "Tendremos el mejor torneo en el año 2000".

Para explicar el doble fenómeno hay que hablar de Luis Rentero, el empresario linarense que dio fama mundial a su ciudad a base de congregar a "los gladiadores del tablero", como a él le gusta llamarles, en un hotel de su propiedad, no muy lejos de la plaza en la que Manolete perdió su vida. Sus métodos fueron siempre tan discutibles como eficaces. Capaz de contratar a un árbitro soviético acusado de participar en las purgas de Stalin para enfurecer al disidente Korchnoi, que se marchó de Linares el día de la primera ronda tras un enorme escándalo, Rentero inventó un método infalible para estimular la combatividad en cada partida: ofrecer una prima extra a uno de los contendientes si lograba la victoria. Esos trucos tan peculiares convirtieron al torneo en el mejor del mundo no sólo por la categoría de los participantes sino porque los empates sin lucha, tan frecuentes en las puebas de élite por el miedo a perder, eran rarísimos. Si alguna figura pecaba de excesivo pacifismo, Rentero lo incluía en su lista negra y nunca más volvía a Linares. Todo ello hacía posible que el artífice del éxito pudiera observar el escenario con orgullo cada año al inicio de la primera ronda y pronunciar su frase favorita: "Este es un torneo de verdad. Aquí hay sangre todos los días".

Pero el esplendor se tomó en crisis hace un año, cuando Izquierda Unida protestó por las excesivas atribuciones de Rentero: concejal del PSOE, director técnico del torneo (financiado en gran parte por el Ayuntamiento) y dueño del hotel que sirve como sede. Rentero, a quien nadie había acusado nunca de llevarse un duro del Wimbledon del ajedrez, se enfadó mucho y dimitió, lo que originó la cancelación del año pasado tras un sonoro escándalo.

El inquieto empresario demostró pronto que es duro de pelar: dueño de otro hotel en Úbeda, echó sus redes para contratar a una docena de estrellas, no tan brillantes como las que jugarán en Linares en las mismas fechas, pero muy atractivas; de hecho, la primera edición de Úbeda estará entre los diez mejores tomeos de este año. Así, al rebufo de la Popularidad de Linares, la de Úbeda irá creciendo como desea su alcalde, Juan Pizarro: "El ajedrez es un complemento perfecto del sello histórico y monumental que tiene nuestra ciudad. Las relaciones con los linarenses son excelentes pero les superaremos en el año 2000, no hay duda de ello".

Para completar la visión, falta el rizado del rizo: a pesar de todas las trifulcas, Rentero sigue manejando los hilos del torneo de Linares. No da la cara en los actos públicos, pero interviene muy activamente en la contratación de los jugadores y la negociación de sus honorarios. No en vano el alcalde dijo de él: "Rentero es para Linares como la nieve para el esquí".

Participantes en Linares: Kaspárov (Rusia), Anand (India), Krámnik (Rusia), Ivanchuk (Ucrania), Topálov (Bulgaria), Gélfand (Bielorrusia), Shírov (España), Adanis (Reino Unido), Níkofic (Bosnia), Dréiev (Rusia), Polgar (Hungría) y Piket (Holanda).

En Úbeda: Timmán (Holanda), Lautier (Francia), Illescas, Baréiev (Rusia), Leko (Hungría), Almasi (Hungría), Korchnoi (Suiza), Beliavski (Eslovenia), Yusúpov (Alemania), Jálifman (Rusia), Andersson (Suecia) y Akopián (Armenia).

Quienes deseen seguir las partidas en directo pueden hacerlo, desde el día 4, a través de EL PAÍS DIGITAL en la dirección: http://www.elpais.es