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PROTESTA EN LA FUNCIÓN PÚBLICA

Aznar sostiene en el Congreso que el paro fue minoritario

"Los resultados de la huelga se han traducido en una normalidad general en el país". Ése, y la afirmación de que la huelga fue minoritaria, fueron los mensajes que el presidente del Gobierno, José María Aznar, lanzó ayer en el Congreso para resumir los efectos de la jornada de protesta de los funcionarios.

Lo hizo con el habitual tono de serenidad que utiliza en el escaño, en un intento claro de mostrar que el Gobierno afrontó la jornada con calma absoluta. Para remachar su mensaje Aznar quiso "agradecer al conjunto de funcionarios públicos su actitud, su esfuerzo y su comprensión y elogiar, sin duda, su comportamiento responsable".

Con estas mimbres construyó el presidente del Gobierno la imagen de hombre impasible que afrontaba desde el escaño la primera protesta social de gran envergadura durante su mandato.

Aznar insistió en que durante la jornada se ejercitó un derecho de huelga "seguido minoritariamente y un derecho al trabajo constitucionalmente reconocido, que ha sido seguido mayoritariamente". Eso fue lo ocurrido ayer, según el presidente del Gobierno, "guste o no guste".

José Barea, director de la Oficina Presupuestaria, dependiente de La Moncloa, aprovechó la jornada para reafirmar que la congelación salarial para los empleados públicos es una decisión irreversible y añadir que en España sobran funcionarios, porque entre 1979 y 1993 su número ha crecido en 700.000. No obstante, aseguró que el Gobierno no se plantea una reforma laboral de la Función Pública.

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