Cartas al director

El chocolate que viene

Que muchos colectivos en Granada apostemos cada día por un mundo más justo y solidario ya no es noticia, porque raro es el día que no encontramos en nuestras calles mesas informativas de las distintas ONG que trabajan en ello.En este caso es el futuro de más de dos millones de familias africanas lo que nos ocupa. Si, como la Unión Europea pretende, las fábricas de chocolate deciden sustituir el 5% de cacao por grasas vegetales en su producción, los ingresos en África occidental -donde alrededor de dos millones de familias campesinas subsisten de la venta de este producto- se verán disminuidos ...

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Que muchos colectivos en Granada apostemos cada día por un mundo más justo y solidario ya no es noticia, porque raro es el día que no encontramos en nuestras calles mesas informativas de las distintas ONG que trabajan en ello.En este caso es el futuro de más de dos millones de familias africanas lo que nos ocupa. Si, como la Unión Europea pretende, las fábricas de chocolate deciden sustituir el 5% de cacao por grasas vegetales en su producción, los ingresos en África occidental -donde alrededor de dos millones de familias campesinas subsisten de la venta de este producto- se verán disminuidos en un 12,5% y su empobrecimiento será inevitable.

Desde la Comisión 0,7% pedimos a la población que tome conciencia del grave problema que esto supone para la supervivencia de una gran parte de la población africana, y teniendo en cuenta que Europa consume más de la mitad de la producción mundial de chocolate, se unan a la campana internacional, junto a otros muchos consumidores europeos, para que no se altere la calidad de nuestro chocolate con grasas vegetales, lo que supondría abocar a esas familias a unas condiciones de vida infrahumanas, ya que su única fuente de ingresos es el cacao.

Si queremos ser responsables con el Tercer Mundo, tendremos que optar por la compra y consumo del chocolate cuya etiqueta especifique un porcentaje superior al 30% de cacao y sin grasas vegetales. Sólo desde esta medida de presión conseguiremos que las chocolateras decidan seguir manteniendo la calidad de sus productos y renuncien a empeorar la situación, ya de por sí alarmante, de los países más desfavorecidos de la tierra.

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Desde estas páginas instamos a las principales empresas que existen en España a mantener la calidad de su chocolate e igualmente a los consumidores de cacao a luchar por un comercio justo y un consumo responsable-

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