La cuarta sancion que se le impone en 14 años
Entre 1981 y 1992 el juez Miguel Moreiras tuvo abiertas seis diligencias disciplinarias, tres de las cuales acabaron en sanción. La primera, en 1982, consistió en un "apercibimiento" por decretar la prisión, eludible bajo fianza, del director de la Caja de Ahorros de Ronda y del jefe de relaciones públicas por un artículo publicado en la revista de la entidad, que el juez consideró injurioso. Los dos directivos optaron por pagar las fianzas de 100.000 y 50.000 pesetas, respectivamente, para evitar la prisión.
En 1983, como juez de vigilancia penitenciaria en Madrid, se atribuyó la facultad de conceder indultos a penados, lo que le costó su primera expulsión temporal, por un año, de la carrera judicial.
Al año siguiente, le fue impuesta otra sanción de un año de suspensión, esta vez por "irregularidades" en un certificado médico con el que justificó una ausencia durante la que se desplazó a Estados Unidos.
Además de estas sanciones, Moreiras ha tenido numerosas diligencias, abiertas por irregularidades en su juzgado. Incluso en la actualidad, la Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional está investigando si Moreiras dejó su anterior destino como juez de lo social sin haber dictado una sentencia en un asunto de despido.
Pese a habérsele concedido una prórroga de jurisdicción, fuentes de la Audiencia Nacional informaron que ha tardado más de cinco años en hacer la sentencia. Esta conducta, que la Audiencia Nacional tramita como una "falta leve" del artículo 419.3. de la ley orgánica del Poder Judicial, sería sancionable, como mucho, con "advertencia" o multa de hasta 50.000 pesetas.
