"Conde me convenció de que él no se apropió del dinero"

A las doce de la mañana del 11 de octubre de 1995, el juez de la Audiencia Nacional Miguel Moreiras dictó un auto por el que decretaba la prisión incondicional, sin fianza, de Mario Conde por el caso Argentia Trust, el presunto desvío de 600 millones de pesetas para realizar, según insinuó Conde, pagos políticos al PSOE a cambio de exenciones fiscales en la Corporación Banesto. Siete horas más tarde, y tras la intervención del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, José Aranda, el mismo juez revocaba su decisión y ponía en libertad al ex banquero sin que éste llegara a ingresar en prisión.Previamente a la anulación del auto, Moreiras pidió a Aranda un dictamen, que utilizó no sólo para dejar sin vigencia la orden de prisión sino también para suprimir el delito de apropiación indebida, pese a la oposición de Aranda, favorable al mantenimiento de la calificación de este delito.

Moreiras justificó su auto de prisión por el hecho de que el fiscal del caso Argentia Trust, Ignacio Gordillo, había pedido para Conde seis años y un día de prisión por delito de apropiación indebida y un año más por delito de falsedad. Gordillo, sin embargo, no había solicitado la prisión preventiva.

El fiscal se limitó a pedir "las medidas personales y reales suficientes" para garantizar que Conde y el resto de los encausados estuvieran presentes en el acto del juicio e hicieran frente a sus responsabilidades civiles. Conde se encontraba sujeto ya a medidas cautelares, que nunca había incumplido, impuestas por el juez del caso Banesto, Manuel García-Castellón.

Precisamente, las contradictorias medidas de Moreiras se enmarcaban en la batalla judicial que en aquellas fechas libraba Moreiras por el control del caso Banesto, que había quedado en manos del juez de apoyo de la Audiencia Nacional García-Castellón.

En agosto de 1995, dos meses antes del polémico auto de prisión de Conde, Moreiras había adoptado decisiones sobre el caso Banesto aprovechando las vacaciones de García-Castellón. Según fuentes conocedoras del proceso, la actuación de Moreiras se encaminaba a inclinar al Tribunal Supremo a aceptar la impugnación de Conde contra García-Castellón, lo que hubiera dejado a Moreiras a cargo del caso Banesto.

El 15 de octubre, Moreiras concedió una entrevista al diario Abc en la que justificaba sus decisiones de cuatro días antes. Entre otras cosas, afirmaba: "Llego al convencimiento de que Mario Conde no se ha apropiado de ese dinero [los 600 millones de la operación Argentia Trust] porque me convence de que se lo ha dado a Antonio Navalón para que pague al PSOE por esas exenciones".

A la pregunta de que si Conde había pedido a Moreiras que la anterior cuestión no constara, el juez respondía que sí, y que en la declaración de Conde figuraba "lo que él ha querido que conste". Y añadía: "Conde tiene motivos para querer cambiar de juez al creer que García-Castellón ya está convencido de que hay indicios de culpabilidad".

Esta entrevista dio lugar a que el Gobierno instará al fiscal general a iniciar acciones legales contra Moreiras, por posibles delitos de reVelación del secreto sumarial y prevaricación. Aunque el fiscal no apreció indicios delictivos, el Consejo General del Poder Judicial decidió, el 19 de octubre, a brir un expediente sancionador por posible falta "muy grave".