lndignación en Washington por la condena de la OEA a la 'ley Helms-Burton'
Estados Unidos ha reaccionado con sorpresa e indignación ante el revés diplomático sufrido en un foro usualmente tan dócil para Washington como la Organización de Estados Americanos (OEA). La Administración estadounidense continuaba ayer conmocionada por la resolución aprobada el martes, con los votos de 23 de los 34 países que integran la OEA, y en la que se condena la ley Helms-Burton que endurece el embargo contra Cuba."La delegación de EE UU no estaba preparada para esto "' afirman fuentes diplomáticas de la OEA, que habían analizado con colegas norteamericanos la Asamblea General que se celebra en Panamá. "Creían que iba a haber alguna declaración, algo testimonial, pero no lo que ha salido, y están muy enfadados", añaden estas fuentes. Además de la condena, se decidió que la Comisión Interamericana de Justicia investigue urgentemente si la legislación aprobada por el Congreso norteamericano "es conforme a las leyes internacionales".
Pero los palos nunca vienen solos. La Unión Europea (UE), que asiste como observadora al pleno de la OEA, expresó ayer ante este foro interamericano su "profunda preocupación por la promulgación de una legislación que contiene elementos inaceptables de extraterritorialidad y otros elementos incompatibles con las obligaciones aceptadas en el seno de la Organización Mundial. del Comercio".
A pesar de que los más estrechos colaboradores de Washington le han vuelto la espalda en esta cuestión, el portavoz del Departamento norteamericano de Estado, Nicholas Burns, insistió ayer en que el Gobierno se dispone a aplicar una ley "promulgada con el apoyo de republicanos y demócratas, y firmada por el presidente de EE UU".
La mayoría de la Administración demócrata no era partidaria de la ley Helms-Burton, pero se vio arrastrada a apoyar el voto del Congreso por la presión de las elecciones presidenciales y después del derribo por Cuba de dos avionetas de la organización anticastrista con sede en el Estado de Florida Hermanos al Rescate, cuando sobrevolaban aguas territoriales cubanas.
Según Washington, el objetivo de esta ley, que prevé, entre otras, prohibir la entrada en Estados Unidos a los empresarios que utilicen para sus negocios en Cuba antiguas propiedades norteamericanas, es conseguir lo antes posible la transición pacífica a la democracia en esa isla caribeña.
